Éxito del tenor Piotr Beczala

antón de santiago

CULTURA

Johannes Ifkovits

Con su actuación finalizó el ciclo de abono de la Programación Lírica 2019 en A Coruña

25 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Concluyó el ciclo de abono de la Programación Lírica 2019 con la presencia de una de las figuras operísticas actuales, el polaco Piotr Beczala (1966). Ofreció recital de canciones y ópera, acompañado al piano por la francesa Sarah Tysman. Su tarjeta de visita fue la Mattinata, de Ruggero Leoncavallo, en la que, a plena voz y airoso estilo, dio muestra de sus cualidades. Enseguida pasó al Lied de creadores cercanos: el polaco Mieczyslaw Karlowicz, émulo de R. Strauss, con cuatro canciones, y el checo Antoni Dvorák, con cuatro del ciclo Canciones Gitanas. En su idioma, en checo y en italiano y después en ruso y francés, ofreció cuidada preparación fonética, virtud de todo buen cantante. Más canciones en la segunda parte: L’ultima canzone, Chi sei tu che mi parli e Ideale, de Francesco Paolo Tosti, y dos napolitanas, Torna a Surriento, de De Curtis, y Mamma, de Bixio.

En el campo operístico, empezó con la Canción India de Sadko, de Rimnski-Korsakov; las dos arias tenoriles por excelencia de Tosca, Recondita armonia y E lucevan le stelle o Adiós a la vida, con la que cerró la primera parte. Ya en la segunda ofreció El sueño de Des Grieux, de Manon, de Jules Massenet, el Aria de la flor de Carmen, de George Bizet, popularmente así enunciadas, y Pourquoi me réveiller, de Werther, también de Massenet.

La voz de Beczala es, de natura, bella, bien timbrada y extensa y en el presente se asimilia a la del tenor lírico-spinto. Pierde esmalte en la primera octava por emisión abierta y un punto gutural y gana brillo en la segunda octava, especialmente al entrar en la zona aguda, que alcanza con formidable apoyo del fiato y a gola aperta, sin estrechar el sonido. De este modo, esta gama, aun sin encontrar plenamente la máscara como resonador óptimo, gana en presencia y squillo. El máximo realce lo consigue cuando canta a plena voz. Los mejores momentos estuvieron en Recondita armonia, Aria de la flor y Aria de Werther. Irregular el Adiós a la vida y faltos de sutileza El Sueño de Manon y la Canción India. Correcto en los lieder. Sugestionado por los agudos, el público reclamó propinas: una simpática canción de Moniuzsko y Core Ingrato, de Cardillo. Cuidado y atento acompañamiento de Sarah Tysman.