Las 500 obras del Prado que escaparon de las bombas

amanda rubio MADRID / EFE

CULTURA

El cuadro de Goya fue una de las obras evacuadas
El cuadro de Goya fue una de las obras evacuadas Juan Carlos Hidalgo | Efe

El museo recordó con un congreso la evacuación de sus fondos durante la Guerra Civil

12 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque ahora parezca impensable la destrucción del Prado, la Guerra Civil fue capaz de poner en jaque hace 80 años a la pinacoteca, y obras emblemáticas como el Carlos V en la batalla de Mülberg (1548) de Tiziano tuvieron que partir rumbo al exilio tras ser víctimas de este conflicto bélico. A bordo de 71 camiones, las obras de Velázquez, Goya, Ribera, Rubens, Durero o Tiziano partieron de España desde Valencia y Barcelona, donde se refugiaron cuando en 1936 el estallido de la guerra amenazaba con destruirlo todo, para pasar por Francia y llegar finalmente a Ginebra en 1939, capitaneadas por el artista Timoteo Pérez Rubio, quien dirigió la operación.

Este hecho histórico cumple ahora ochenta años y centró el congreso Museo, guerra y posguerra. Protección del patrimonio en conflictos bélicos que culminó este viernes en el Prado después de tres días en los que expertos de todo el mundo han debatido sobre la protección del patrimonio en conflictos bélicos.

El cuadro de Tiziano fue uno de los primeros censados en la lista de salvamento por ser una de las obras maestras propiedad de la pinacoteca y que permanecía en la institución desde que esta abrió sus puertas hace ahora doscientos años. Tal era su importancia que, cuando las obras llegaron a Ginebra tas su paso por Francia, presidió la sala principal de la exposición sobre «cuadros exiliados» que se organizó en la ciudad suiza.

El mismo periplo recorrió hace ahora ocho décadas, junto a otras 500 obras del Prado, La Condesa de Chinchón de Goya, única pieza privada que participó en la antes mencionada exposición de Ginebra ya que, hasta su compra en el año 2000 por parte de la pinacoteca, era propiedad de los descendientes de la retratada, María Teresa de Borbón y Vallabriga. La protección de esta obra, que se encontraba en Madrid, fue posible gracias «al cambio de paradigma» que se produjo en la República de 1931, ya que en la nueva Constitución de ese año se hablaba del patrimonio artístico como propiedad de todos los españoles.