Memoria y mirada de los días, en la nueva recopilación de artículos de Ponte Far

H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Ponte Far, en el campus universitario de Ferrol, con el busto de su admirado Torrente Ballester a un lado
Ponte Far, en el campus universitario de Ferrol, con el busto de su admirado Torrente Ballester a un lado JOSÉ PARDO

El veterano profesor presenta este viernes en Ferrol su nueva antología de las columnas que publica en las páginas de La Voz de Galicia

12 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Van ya para veinte los años que lleva José A. Ponte Far (Negreira, 1948) colaborando como articulista en las páginas de La Voz de Galicia. El fruto son unas piezas en las que, bajo el significativo epígrafe de Viéndolas pasar, ha ido registrando el veterano profesor tanto escenas y anécdotas extraídas de su memoria personal como su mirada de los días, de las pequeñas cosas, de lo que no sale en los telediarios, de lo cotidiano, de lo aparentemente intrascendente.

Ya se sabe que el valor de lo narrado no estriba solo en la importancia del contenido, en lo que se quiere relatar, sino también, y sobre todo, en cómo se cuenta. En esas seiscientas palabras que componen su columna, Pepe Ponte ha tratado siempre de «mantener una cohesión en el estilo y en el tono», algo que ahora cree que ha logrado, vista la unidad que los textos lucen -pese a su muy diferente temática- ahora reunidos en el formato de libro: La vida en palabras es la cuarta antología de artículos que Ponte Far acerca a las librerías y que este viernes (a las 18.30 horas) presenta en Ferrol, en el salón de actos de la delegación de la Xunta, en la plaza de España. Con él estarán el director de La Voz, Xosé Luís Vilela, el director xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, y el poeta Xulio López Valcárcel, editor responsable del sello Medulia, en cuyo catálogo aparece esta nueva recopilación, que, por cierto, incorpora cien piezas.

Son cien breves relatos que «sin aspavientos ni rigideces» -teñidos a menudo de la melancolía de quien echa la vista atrás y es sabiamente consciente del paso del tiempo- evidencian una clara vocación literaria que refrenda la armonía de conjunto a la que Ponte Far aspira. Y también convocan en su escritura un espíritu de levedad que celebraría Italo Calvino y que no desecha, por otra parte, el dignísimo objetivo del entretenimiento de lector (compatible con la información).