Antonio Navarro: «Los cómics son mi trabajo más íntimo, no son para pagar facturas»

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

Antonio Navarro participa estos días en el salón del cómic Viñetas desde o Atlántico
Antonio Navarro participa estos días en el salón del cómic Viñetas desde o Atlántico PEDRO MACEIRA

El dibujante y guionista presenta en Viñetas desde o Atlántico su última obra, titulada «Homónimos»

07 ago 2019 . Actualizado a las 12:36 h.

Pertenece a la generación que dio sus primeros pasos en el cómic a través de revistas como Cimoc o Cairo. Antonio Navarro, del que no se tenía novedades editoriales desde hace diez años, reaparece en el salón del cómic coruñés Viñetas desde o Atlántico con Homónimos, uno de los cómics más complejos y sorprendentes que se han hecho en España en los últimos tiempos, y donde presenta un sinfín de historias protagonizadas por personajes que tienen una cosa en común: todos se llaman Antonio Navarro.

-¿De dónde salen todos esos personajes con el mismo nombre?

-La génesis de la historia es casual, surge sin más de esa búsqueda que todos hemos hecho alguna vez de nuestro nombre en Internet. De ahí salen todos los Antonios Navarros que no son yo, y descubro que sus historias son mucho más interesantes que la mía.

-¿Son todos personajes reales?

-Eso es parte del juego. Todos los personajes están basados en Antonios Navarros de verdad, que han existido. Los hechos que se cuentan son ciertos, y esa es la materia prima que utilizo para modelarla y contar mi propio discurso.

-Uno de sus Antonios Navarros es aquel hombre tetrapléjico al que la Guardia Civil interceptó en la autopista, en dirección contraria y montado en su cama con ruedas, a la vuelta de un prostíbulo. Pero crea una historia casi heroica alrededor de la anécdota.

-Pues precisamente todo lo que cuento en ese capítulo es totalmente cierto. Para mí este Antonio Navarro es un superhéroe. Lo que pasa es que a esa anécdota surrealista se le dio un tratamiento en los medios que no me gustó. Este hombre tiene un universo vital intensísimo que era mucho más interesante que todo lo que había trascendido del personaje.

-Uno de los grandes hallazgos visuales del libro lo tenemos en ese capítulo, con un punto de vista subjetivo desde los ojos del protagonista, postrado en una cama.

-En este caso era fundamental situar al lector en su propia piel.

-Cada capítulo está dibujado en un estilo diferente, desde la línea clara hasta la fotografía al estilo Dave McKean pasando por ilustraciones que parecen extraídas de un códex medieval.

-Es algo que se decide con tiempo suficiente para meditar las historias. Es un trabajo que me planteé sin plazos. Para ese capítulo que mencionas de fotografía tuve que crear los muñecos y los decorados, iluminarlos... Alberto Breccia decía que cada historia requiere de una manera diferente de contarse. Esto me hizo optar por diferentes estilos que se identifican con los personajes.

-En efecto, ha tardado lo suyo en publicar este libro.

-Mis trabajos en cómic se han ido espaciando por una opción personal. En un principio tenía que asociar mi trabajo con un medio de vida, lo que me obligaba a realizar algunas cosas comerciales de toda índole que me terminaron por llenar de insatisfacción. Así que diversifiqué mi actividad, me metí en el mundo de la publicidad y del cine de animación y fui dejando el cómic como medio de expresión más personal. Los cómics son mi trabajo más íntimo, no son para pagar facturas.