Lluís Homar: «La libertad comienza con el viaje hacia uno mismo»

Alberto Santacruz MÉRIDA / EFE

CULTURA

El actor Lluís Homar
El actor Lluís Homar COMUNIDAD DE MADRID | europa press

El actor regresa al Festival de Mérida para interpretar a un anciano Prometeo

28 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

A sus 62 años, el actor Lluís Homar confiesa que lo que más le merece la pena desde hace un tiempo es «el viaje hacia uno mismo, hacia el ser humano que uno es», lo que permite ser más libre. Homar vuelve al Teatro Romano de Mérida para encarnar al anciano Prometeo, aquel titán que, en su amor por los humanos, dio el fuego divino a los seres terrenales traicionando así a los dioses. A pesar de que sabía que pagaría cara tal acción -fue atado a una piedra para que las águilas le devoraran sus entrañas-, Prometeo, en un acto de generosidad propia de quien tiene esperanzas, optó por los hombres, creyó en los terrenales.

Por ello, a Homar, que ha dejado atrás la idea de que «el mundo no tiene remedio», se siente encantado con interpretar a este Prometeo, capaz de mantener la esperanza en el ser humano. «Lo que hace este mito es un acto de amor, es dar... es un acto de servicio, de generosidad», remarca el actor. «Cuando uno hace ese viaje hacia uno mismo, hacia el que eres», todo es más pleno y te permite decidir lo que quieres hacer con más libertad. Por contra, «si ese viaje es hacia el yo heroico, el del que quiero ser o el del ‘yo quiero mi trozo de pastel’, uno sigue en la rueda del «sistema», en lo que marcan «los dioses».

La libertad de no someterse

«Debemos ser conscientes -dice Homar- de que la libertad del ser humano está en no someterse», a pesar de que tal decisión «conlleva una responsabilidad» y, muy posiblemente, unas consecuencias.

Homar se siente identificado con el personaje. Prometeo es positivo, mantiene la esperanza en los hombres y mujeres. «Vivimos en un mundo en el que nos están perfilando con el qué debemos ser, con la idea de mercado, del éxito», advierte el intérprete. Por ello, si queremos ser nosotros mismos, hay que «rebelarse». «Eso hace Prometeo, quien, a pesar de las consecuencia que acarrea, opta por la generosidad hacia el ser humano», remarca Homar.