Miles de personas conectan con la «onda celta» del Festival de Ortigueira

a. cuba ORTIGUEIRA / LA VOZ

CULTURA

César Toimil

Los británicos Flook y los escoceses Shooglenifty encabezan el cartel del sábado

13 jul 2019 . Actualizado a las 14:40 h.

Para Cristina, asturiana, y sus amigas madrileñas, el Mundo Celta de Ortigueira «es el mejor festival» al que han asistido. «Por la vibración, el lugar, el ambiente, la onda en la que entras, un sitio nada intrusivo, la música en directo, el ritmo...». Sobran razones. Una multitud se ha enganchado a la onda folkie en la trigésimo quinta edición de un encuentro que nació en 1978 y que este año está dedicado a las naciones celtas, que ha reflejado con maestría en los carteles promocionales el joven ilustrador ortegano Cristian F. Caruncho.

 Gwendal llenó en la noche inaugural y los andaluces Stolen Notes sorprendieron a muchos. La velada del viernes sonó a Irlanda y a Escocia, pero también a Galicia, con Anxo Lorenzo Band y, como profetas en tierra propia, la Escola de Gaitas de Ortigueira, de la que nació el festival en 1978. Con la banda local se llenó el escenario, 52 personas, con los invitados: Os Carecos (cantareiros de Ortegal), un marimbista y el acordeonista Pablo Bermúdez. Estrenaron un pasodoble, Terras do Ortegal, compuesto por el director, Rodrigo López, y dedicado a Laxe.

En la Alameda aún resuena el Lelelé de A Banda das Crechas interpretado por la Escola, que se encarga de guiar durante estos días a las bandas, con alrededor de 400 músicos de Escocia, Irlanda, Bretaña, Portugal, Asturias y Galicia. Todos desfilarán el domingo por la villa y desde ayer lo hacen a diferentes horas por las calles. Hoy, los conciertos empezarán por la tarde en el Espazo Paralaia, con Caldo (17.00 horas) y Brúa e amigos (18.30).

Otra gran noche de música

Al escenario principal subirán los bretones de la Bagad Kerlenn Pondi (22.00); la Dominic Graham School of Irish Dance (Irlanda), un clásico del Mundo Celta; los escoceses Shooglenifty, por tercera vez en el cartel; la banda anglo-irlandesa Flook, debutante en Ortigueira y reconocida como la mejor banda de folk en los últimos premios anuales de la cadena BBC; y Beltaine (Polonia), la ganadora del certamen Runas del año pasado.

En el entorno portuario se palpa el festival y en el pinar y la playa de Morouzos, se siente la vida. Bajo los árboles se extiende el territorio Quechua, un manto multicolor, cuerpos en tránsito permanente. El calor aprieta y los festivaleros buscan refresco en el arenal. «Es lo que más me gusta, el entorno, con la playa al lado, sin los agobios y el hacinamiento de las acampadas de otros festivales», comentan Patri, educadora, y Amanda, inspectora de pesca. Vienen de Madrid y confiesan su pasión por la música celta «y el orujo de esta tierra».

El Mundo Celta lo abarca todo. Los coches atestan aparcamientos y cunetas en los accesos al pueblo; los panaderos se cansan de hornear barras y chuscos; en los bares les cuesta dar abasto, entre bocadillos y zumos de naranja para desayunar; los voluntarios de Protección Civil se turnan para controlar las entradas; hay colas en los cajeros automáticos y en las cajas de los supermercados... «Ojalá hubiera dos o tres festivales al año», apunta el propietario de una tienda.

Los folkies se mueven con alegría, cargados de hielo, cervezas y viandas. Es la segunda vez para Bea, María y Marta, estudiantes coruñesas. «Ligar? Pódese, na praia, cos veciños e as veciñas».