Ocho obras de Frank Lloyd Wright, declaradas patrimonio mundial

la voz REDACCIÓN

CULTURA

La Unesco reconoce que el estadounidense cambió la arquitectura

08 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ocho obras arquitectónicas del siglo XX del estadounidense Frank Lloyd Wright (1867-1959) fueron declaradas este domingo patrimonio mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

El Comité de Patrimonio Mundial incluyó en su cuadragésima tercera reunión celebrada en la capital de Azerbaiyán en la lista de sitios culturales ocho edificios del afamado arquitecto, considerado el precursor de lo que es conocido como «arquitectura orgánica», la armonía entre la construcción y la naturaleza. Entre las obras seleccionadas figuran diseños realizados por Wright durante diversas etapas de su prolífica carrera y ubicados en todo Estados Unidos, incluido el museo Guggenheim de Nueva York y la Casa de la Cascada (Fallingwater) en Pensilvania.

También fueron reconocidas otras obras emblemáticas del famoso artista, como el Templo Unitario (Unity Temple) y la Casa Robie (Frederick C. Robie House), ambas en Illinois; la Casa Taliesin y la Casa Jacobs 1 (Herbert Jacobs House), en Wisconsin; la Casa Malva (Hollyhock House), en California; y la casa-taller del arquitecto, Taliesin West, en Arizona.

Precisamente, la Casa Jacobs 1 es considerada como una de sus primeras casas Usonian, un estilo desarrollado por el visionario de la nueva arquitectura estadounidense entre 1936 y los años cincuenta del siglo pasado para abaratar las viviendas de la clase media que padeció las consecuencias de la gran depresión de 1929.

Los inmuebles Usonian ideadas por Wright, con plazas de aparcamiento al aire libre y cocinas americanas, no tardaron en cobrar popularidad entre los habitantes de EE. UU., haciendo que sean comunes en el país hasta hoy día.

El Comité de Patrimonio Mundial destacó la importancia que tuvo Wright para la arquitectura «a escala global» durante la primera mitad del siglo XX y más adelante. Su trabajo, indica el comité, repercutió en la manera de concebir la arquitectura y el diseño en todo el mundo, «y continúa haciéndolo también a día de hoy».

Entre otros puntos, el jurado señala que las ocho construcciones del artista «ilustran diversos aspectos de su nuevo enfoque a la arquitectura», pensado para el «contexto estadounidense», pero que se adaptó a la vida de muchas otras ciudades del mundo. El carácter universal de su visión hizo que sirviera de inspiración para arquitectos del Movimiento Moderno en Europa y a algunos artistas en América Latina, Australia y Japón, según se recoge en el dictamen dado a conocer del comité de la Unesco.