El Resu de Viveiro, verlo para creerlo

s. serantes VIVEIRO / LA VOZ

CULTURA

Xaime Ramallal

Un espectacular King Diamond cerró los cien conciertos del festival de las esencias del rock, un fenómeno sociocultural que bate su récord con 100.000 entradas

07 jul 2019 . Actualizado a las 13:02 h.

Rondaban las tres de la madrugada de este domingo cuando el espectacular concierto de King Diamond ponía el broche de oro al decimocuarto Resurrection Fest. Auténtico fenómeno sociocultural y económico, hay que verlo para creerlo. Nació para los amantes de las músicas extremas, pero las etiquetas importan menos cuando el buen rollo de un macrofestival urbano al lado del mar es un imán que traspasa fronteras. Desde Viveiro, donde la población se duplica, engrandece a Galicia, revolucionando A Mariña lucense y alrededores. Cien conciertos en cuatro escenarios y sesenta horas de música en directo atrajeron al parque temático del rock a niños, jóvenes, adultos, veteranos y abuelos de 44 países.

Organizado por Bring the Noise, la empresa de los hermanos viveirenses Iván y David Méndez, el Resu vuelve a batir marcas. Pendiente de la confirmación oficial, los cuatro días se cierran con unas 100.000 entradas, 16.000 en la fiesta de bienvenida del miércoles y 28.000 en cada una de las tres jornadas siguientes. El sábado se ha repetido el abarrote en el paraíso del rock, el más amplio y mimado del festival de Viveiro, creado y plenamente equipado para cuatro intensos días en el campo de fútbol de Celeiro y aledaños.

 Los últimos treinta conciertos

Más que en otras ediciones, el festival ha combinado en esta edición las esencias del rock en sus innumerables expresiones. Se confirmó el sábado, que comenzó a las tres de la tarde en el escenario principal con la actuación de Misiva, aplazada del viernes. Celtiberian y Alien Weaponry precedieron al trash metal clásico de Testament y al groove metal de Lamb of God. Testament, con temas como In to the pit, The Pale King u Over the Wall, y Lamb of God, con piezas como Ruin, Omerta, Still Echoes o Redneck, activaron dos explosiones de ritmo que el público hizo suyas, gozándolas con los pogos, bailes que también son otra de las señas de identidad del Resu. 

A las once de la noche cogía el relevo Within Temptation, metal sinfónico de la banda de Sharon den Adel que, en unos noventa minutos de potente directo, dejó momentos memorables de comunión con los fans como los vividos cuando interpretaron In the middle of the night, Ice queen, Paradise, Supernova o Mother earth

A la una y media de la madrugada saldría a escena el esperado King Diamond, legendario artista de culto del heavy metal cuya banda tiene en el guitarrista Andy LaRocque otra referencia. Todo una representación la que brindaron a la multitud que los vitoreó. Sobre un entramado de escaleras y pasarelas, con una escenografía que incluía ataúdes, muñecos, una actriz o una corista, el danés King Bendix Petersen combinó clásicos con temas nuevos. Buen sonido e iluminación espectacular en una actuación de la enmascarada «voz maléfica» que dio lo mejor de sí con temas como Voodoo, Funeral o Arrival. El Resu se rindió con canciones como Halloween, Them y Sleplees nights. Se despidió con Burn y Black Horsemen mientras el público se preguntaba por qué duró tan poco. 

El último capítulo del Resu 2019 dejó más conciertos memorables el sábado en los otros tres escenarios. Más heavy metal con Destroyers of All, Vhäldemar o Cobra, punk rock en el adiós de Berri Txarrak, sludge metal con Cult of Luna, death metal con Analepsy, punk hardcore con Brutality Will Prevail, rock con Atavismo o Troubled House y blues rock con Colour Haze.

Atrás, para la historia del mayor festival de Galicia, quedan conciertos como el «deseado» Slipknot, contada escenografía en una casi incesante descarga de ritmos brutales que lo conectaron con el público en todo momento. También brillaron Slayer y Parkway Drive, que el jueves enardecieron a la audiencia en otro momento del terremoto musical que cesó este domingo.