Frente a la melancolía
Molina no oculta la melancolía que lo invade al recordar tanto a Aleixandre como a Cunqueiro. «Eran gente excepcional -subraya el escritor coruñés-. A don Álvaro seguí tratándolo hasta el final de su vida, y de hecho yo le hice su última entrevista -recuerda-. Y también seguí tratando a Aleixandre hasta el final. ¿Que si hoy gozarían del prestigio del que disfrutaron en su tiempo....? Pues muy probablemente no. Nuestra época es muy difícil. Somos los últimos de una especie en extinción».