«La Anunciación» recupera la luz

Elena martín lópez MADRID / COLPISA

CULTURA

La restauradora Almudena Sánchez, con el cuadro de Fra Angelico
La restauradora Almudena Sánchez, con el cuadro de Fra Angelico Carlos Pérez | Efe

El Museo del Prado culmina el proceso de restauración del cuadro de Fra Angelico, que se podrá ver en una muestra a partir del día 28

27 may 2019 . Actualizado a las 17:53 h.

Los cuadros, como las personas, sufren un proceso de transformación a lo largo del tiempo que queda reflejado sobre su piel o, en este caso, su lienzo. Una quemadura provocada por una vela, una fractura y varias restauraciones desacertadas, son algunas de las cicatrices que la historia ha grabado en La Anunciación, uno de los cuadros más importantes del pintor italiano Fra Angelico y eje central de la exposición Fra Angelico y el origen del renacimiento florentino, que abrirá sus puertas el próximo 28 de este mes en el Museo del Prado.

Tras un proceso de restauración de un año, realizado en el taller de restauración del Museo del Prado y que ha sido posible gracias a la donación de 150.000 euros de las instituciones culturales Friends of Florence y American Friends of the Prado Museum, las heridas de La Anunciación han sido curadas, dejando al descubierto la versión más próxima al original de esta obra maestra del Renacimiento.

El minucioso trabajo ha corrido a cargo de la restauradora Almudena Sánchez, que se siente «contentísima» con el resultado y por haber recuperado el original de Fra Angelico. «Esa es la finalidad de cualquier restauración, conseguir que parezca que no se ha tocado y que el tiempo no ha pasado por ella», remarcó. «Es una gran satisfacción haber podido contribuir con mi trabajo a la mejora y recuperación de esta obra, para que se entienda y se aprecien los enormes valores artísticos que posee». Para la restauración de la pintura, que se ha dividido en tres fases, se han utilizado técnicas de última generación. Tras un análisis de los principales problemas de la obra, se procedió a la limpieza de la superficie pictórica, velada bajo capas de suciedad y polución; más tarde se eliminaron los repintes de óleo, concentrados en el eje central del soporte de la obra para ocultar una fractura del pasado y que tapaba detalles originales; finalmente, se recuperó el ala del ángel Gabriel, cuya forma había sido modificada con los repintes. 

Descubriendo los detalles

«Ha sido un trabajo emocionante desde el primer hasta el último momento, pero una de las cosas que más nos sorprendió durante el proceso fue la aparición de esa luz que desconocíamos antes de la limpieza y que lo envuelve todo sin dejar sombras, dando a la imagen un aspecto místico y sobrenatural», expresó Sánchez. Otro momento trascendental fue el descubrimiento de elementos originales de oro, que aportaron la información necesaria para la restitución del ala.

La restauradora también destaca la viveza que han recuperado los colores, como el lapislázuli del manto de la Virgen, y el descubrimiento de detalles ejecutados con una precisión extraordinaria y solo perceptibles a través de una lupa, como las pestañas de las figuras protagonistas o los pelillos de la barba de Adán, aspectos que recalcan el artista miniaturista que Fra Angélico fue en los inicios de su carrera. Antes de ponerse manos a la obra, Sánchez visitó el Opificio delle Pietre Dure, un instituto público del Ministerio de Patrimonio Cultural italiano con sede en Florencia, donde se familiarizó con el estilo de Fra Angelico.