La Sinfónica y la Real Filarmonía estrenan obras de Martínez-Burgos y Xabier Mariño
CULTURA
Los autores se inspiran en la memoria y el olvido y la isla de Sálvora, respectivamente
04 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Los repertorios de las orquestas no solo se nutren de los grandes nombres de la música clásica. La Real Filharmonía y la Orquesta Sinfónica de Galicia estrenan esta semana sendas obras de compositores contemporáneos.
La Filharmonía ofrecerá tres conciertos -este jueves, en Vigo (Teatro Afundación, 20.00 horas); el viernes, en Santiago (Auditorio de Galicia, 20.30 horas); y el sábado, en A Coruña (Palacio de la Ópera, 20.00 horas)- en los que contará con la actuación del pianista Nicholas Angelich y estrenará Sálvora, del compositor gallego Xabier Mariño. Además, interpretará por primera vez en España Scenes from Schumann, de Robin Holloway.
«Sempre é especial sentir vivo un obxecto que ata o momento considerabas inerte», asegura Xabier Mariño (Ponteareas, 1983), después de escuchar por primera vez su composición Sálvora en los ensayos de la Filharmonía. Una obra en la que busca plasmar su propia impresión de la isla -«trátase dunha evocación, porque nunca puiden estar nela»-, y, al mismo tiempo, la leyenda de cuando los vikingos trataban de conquistar Galicia y se encontraron a una sirena, que conquistó al líder de la expedición y nació el primer Mariño. Asegura que, aunque le gusta experimentar, «esta obra está escrita dunha maneira moi clásica, aínda que ten o meu selo persoal». El nexo común de sus trabajos es la naturaleza. «Intento que sexan un ser vivo, que calquera elemento que aparece colla vida, que evolucione», afirma.
Xabier Mariño lleva desde los cinco años ligado a la música. Fue un cuadro de Kandinsky el que hizo aflorar su vena compositiva, aunque siempre le gustó improvisar con el piano. «Temos que estar continuamente explorando, investigando», afirma. Su primera obra la estrenó en el 2007 en Santiago y hace dos años la Sinfónica de Galicia estrenó Paisaxes escuras, basada en los incendios del 2006. «Temos a sorte de ter dúas orquestras en Galicia moi boas e, por riba, comprometidas coa terra», afirma.
Por su parte, la Sinfónica interpreta este jueves en Pontevedra -Afundación, 20.30 horas)- y este viernes en A Coruña -Palacio de la Ópera, 20.30 horas- un programa que se abre con Daivat, la obra con la que Manuel Martínez-Burgos (Madrid, 1970) ganó el premio Andrés Gaos de la Diputación coruñesa. Se trata de una pieza que aborda la memoria y el olvido a través del lenguaje orquestal. «He asociado al concepto de memoria melodías y timbres más fáciles de recordar, con gestos más concretos e identificables -explica su autor-. Un ejemplo de esto es el comienzo de la obra, donde el metal elabora una melodía que podríamos definir como ‘épica’ o ‘heroica’. En contraposición a esta idea hay pasajes donde el color orquestal es más difuso, donde el contorno de las texturas es más opaco. De estas dos ideas surge un diálogo desde el que intento construir un discurso musical coherente y evocador».
Para Martínez-Burgos, haber ganado el premio Gaos supone « la interpretación de la obra por parte de una orquesta de primer nivel europeo». «Otorga una mayor visibilidad al compositor durante la temporada de la orquesta y un apoyo económico muy significativo. Además es un premio consolidado, con una larga trayectoria, 22 años, al que todos los compositores, cada dos años, estamos atentos. Espero que la Diputación lo mantenga por muchos años», concluye.