Shakira y Carlos Vives defienden la originalidad de «La Bicicleta»

Daniel Roldán MADRID / COLPISA

CULTURA

Shakira, con Carlos Vives (con gafas de sol), a su llegada a los juzgados en Madrid
Shakira, con Carlos Vives (con gafas de sol), a su llegada a los juzgados en Madrid Luca Piergiovanni | EFE

Declararon en el juzgado debido a una demanda por plagio

28 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Una dotación del 091 y una decena de curiosos delataban que en los juzgados situados en la madrileña Gran Vía estaba pasando algo fuera de lo habitual. Una furgoneta negra mal aparcada desvelaba el misterio: unos sonrientes Carlos Vives y Shakira se bajaban del vehículo. Acudían al juicio por la demanda de plagio que presentó el músico cubano Livám contra La Bicicleta.

Este último afirma que la canción contiene fragmentos idénticos a su tema Yo te quiero tanto, de 1997. La copia no es tanto por la letra como por las notas usadas. «Son palabras que se usan en miles de canciones», señala Alfonso Romero, catedrático de Composición y experto presentado por el demandante, que aseguró que hay plagio porque «las notas están en las mismas posiciones». Los cantantes lo negaron todo ante el juez.

La primera en declarar en el Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid fue Shakira. Fue un testimonio diferente al habitual en esta sala. En varias ocasiones la artista optó por tararear frases de la canción, que lleva más de 1.000 millones de visitas en YouTube, para explicar mejor lo que quería decir.

«Compongo desde los ocho años, pero no sé leer música. Soy compositora empírica», señaló ante las preguntas de la acusación. Shakira explicó que desde su compañía le enviaron una «demo» con la que estaba trabajando Carlos Vives y su productor Andrés Castro, también demandado por la editora y representante de Livám (MDRB) junto a Sony Music Latin, Sony Music Entertainment, Sony ATV Publishing Holdings Spain y EMI Music Publishing Spain.

«Es habitual que las compañías quieran que los grandes artistas hagan colaboraciones», añadió Shakira. La canción le gustó y se le ocurrió usar la melodía del acordeón ya existente para incorporar algo más de letra y cambiarle su nombre original de Vallenato desesperado por La Bicicleta. «Habla de Santa Marta [el pueblo de Vives], Barranquilla [localidad natal de Shakira], de Barcelona...», enumeró durante el juicio. «Es el espíritu de mi país, el vídeo se grabó allí. Habla de mi tierra, de Piqué...», remachó Shakira para sorpresa de todos.

Durante su declaración, de unos veinte minutos, la cantante colombiana reconoció que no había escuchado la canción de Livám hasta hace dos semanas, cuando se la puso su abogado en el móvil. «Al oírla, vi que no tenía nada que ver ni en la melodía, ni en la armonía ni en la letra. La velocidad es diferente. Es otra cosa. No es un vallenato. No le sale. Es como si un niño quiere jugar al fútbol y coge el balón con las manos. Es una salsa dominicana, aquí y en China», remachó antes de marcharse.

Carlos Vives, «padre de la música moderna colombiana», siguió la misma línea de defensa que su compatriota. Confirmó la historia de cómo llegó el prototipo de La Bicicleta de Shakira y aseguró que él compone todas las canciones con la ayuda de Castro. «Salen de mi cerebro, las grabo y el computador saca las partituras», explicó.