«O calle para siempre», último «noir» del escritor José María Guelbenzu

H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

José María Guelbenzu, durante una conferencia que ofreció en Ferrol
José María Guelbenzu, durante una conferencia que ofreció en Ferrol ÁNGEL MANSO

El narrador madrileño publica la novena entrega de la serie protagonizada por Mariana de Marco, la jueza investigadora que hizo debutar en el 2001 en «No acosen al asesino»

20 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la discreción del escritor José María Guelbenzu (Madrid, 1944) -y la no menor de su prosa- ha ido calando, natural y lentamente, su más ambiciosa creación libresca: la jueza Mariana de Marco. Desde que el personaje echó a andar allá por el año 2001 en la novela No acosen al asesino, ha de reconocerse que sus andanzas mejoraron en factura, cuidado, coherencia, viveza y acierto. Ella es hoy una mujer que -en «su madurez en sazón»- también ha ganado equilibrio acompañada de su pareja, el periodista Javier Goitia, con la que ya ha ido incluso de luna de miel. En el noveno título de la serie noir, O calle para siempre, De Marco ha dejado la ciudad litoral de provincias asturiana de G. (recreación literaria de Gijón) movida por un traslado profesional que la lleva a recuperar los paisajes de su infancia y su juventud madrileñas. Más allá de lo laboral, el nuevo destino va aparejado de la asistencia a la boda de alto copete de la hija de una vieja amiga, alrededor de cuya ceremonia (o del intento de impedirla) se desatará la inopinada acción criminal. La relación afectiva empujará el compromiso investigador vocacional de la jueza, que se pone a la labor en paralelo a la instrucción oficial de la causa. Para el deleite galaico queda la escena en que el amigo pijo de Mariana López Mansur (y su mentor jazzístico) se despacha unas almejas de Cambados regadas con un Albariño do Ferreiro Cepas Vellas.