«Van Gogh, a las puertas de la eternidad»: Eterno loco del pelo rojo

eduardo galán blanco

CULTURA

Willem Dafoe encarna al pintor en el filme
Willem Dafoe encarna al pintor en el filme

La interpretación magistral de Willem Dafoe brilla como un tesoro en el «biopic» algo ortopédico de Julian Schnabel

04 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Al multidisciplinar Julian Schnabel le van las historias de artistas sufrientes. Las películas que ha dirigido son raros biopics, una suerte de martirologios de creadores. Y al polémico director nunca le importó demasiado la veracidad de lo retratado, siguiendo aquel lema fordiano de «imprime la leyenda». Lo vimos en Basquiat, en Antes de que anochezca o en La escafandra y la mariposa. Y por eso no nos extraña nada que Schnabel presente ahora su versión de los tormentos y los éxtasis del loco del pelo rojo. Van Gogh, a las puertas de la eternidad es una algo ortopédica película que siembra dudas sobre la realidad de cada secuencia pero que viene cargada con el tesoro de una interpretación magistral de Willem Dafoe, que le valió varios premios -Copa Volpi en Venecia- y la nominación a los últimos Óscar.

El cine nos ha regalado las encarnaciones más variadas de Van Gogh: Kirk Douglas, Martin Scorsese, Tim Roth, Jacques Dutronc y hasta un improbable Benedict Cumberbatch le han prestado su físico. El tour de force de Douglas parecía imbatible, pero Dafoe ya fue campeón del sufrimiento en anteriores ocasiones, con un Jesucristo scorsesiano o con el abnegado sargento inmolado de Platoon. Su Vincent es una conmovedora composición de la perplejidad ante a la desgracia, la confusión frente a la intolerancia y la consciencia de la locura; una recreación terrible y a la vez tierna. Además, Dafoe está discreta pero primorosamente secundado por un gran elenco: Oscar Isaac como Gauguin, Rupert Friend como Theo -el hermano del pintor- y el siempre excelente Mathieu Amalric, metido en la piel del doctor Gachet.

En cuanto a la película, como ya dijimos más arriba, nos parece bastante fría y pensamos que las aproximaciones de Minnelli, Pialat, Altman o Kurosawa resultaban muchísimo más interesantes que la muy pretenciosa e innegablemente plástica incursión de Schnabel. «Claro, el director también es pintor», se dirá para entender la belleza de las imágenes que ofrece Van Gogh, a las puertas de la eternidad, pero el epatante resultado es, más bien, obra del iluminador de El olor de la papaya verde, Benoit Delhomme. Y hallaremos asimismo una curiosa coda sobre la causa de la muerte del artista -ya apuntada en la animación Loving Vincent-, que niega el suicidio.

«VAN GOGH, A LAS PUERTAS DE LA ETERNIDAD»

«AT ETERNITY’S GATE»

Suiza-Irlanda-Reino Unido-Francia-Estados Unidos, 2018

Director: Julian Schnabel.

Intérpretes: Willem Dafoe, Oscar Isaac, Mads Mikkelsen, Rupert Friend, Emmanuelle Seigner, Mathieu Amalric, Niels Arestrup, Vincent Pérez.

Drama. 110 minutos.