Ganador de once Grammy y cuatro Óscar, el brillante y polifacético músico falleció en Nueva York a los 89 años
02 mar 2019 . Actualizado a las 16:08 h.Fue un niño prodigio de la música, un intérprete virtuoso, un creador polifacético. Pianista clásico, compositor y director de orquesta, André Previn triunfó en el universo orquestal, en el mundillo de las grabaciones, en las complejas escenas de Broadway y en Hollywood, y ni la música contemporánea ni el jazz fueron ajenos a sus éxitos. Falleció este jueves a los 89 años en su residencia de Manhattan tras una vida plena, no solo en lo profesional. Fue un animal social, se movía muy cómodo entre la jet set y las celebrities. Se casó en cinco ocasiones, y entre sus esposas estuvieron mujeres tan sobresalientes como la cantante de jazz Betty Bennett, la letrista Dory Langan, la actriz Mia Farrow y la violinista Anne-Sophie Mutter.
Nació en Berlín en el seno de una familia culta de raíces judías, que enseguida vio el ser extraordinario que él era, un niño prodigio. Cuidaron sus estudios de piano y composición y llegaron a Los Ángeles huyendo de aquella Alemania. Allí se enamoró de la música de jazzmen como Art Tatum y con apenas 16 años empezó a componer pequeñas obras para Hollywood.
Llamaba la atención. Su imagen desenfadada rompía moldes. Con su peinado a lo beatle dirigiendo, en la década de los 60, importantes orquestas -fue la batuta principal de la London Symphony Orchestra entre 1968 y 1979- y con su mimada melena años después.
Arregló, escribió, tocó o dirigió las bandas sonoras de más de medio centenar de filmes y ganó cuatro Óscar -por sus adaptaciones de las músicas de Gigi (1958), Porgy and Bess (1959), Irma la dulce (1963) y My Fair Lady (1964)-.
En los últimos tiempos se vio afectado por una acre polémica, la que envuelve a Farrow y Woody Allen a cuenta de las reiteradas denuncias de abuso sexual de la actriz contra el cineasta. Allen se casó con Soon-Yi, uno de los tres huérfanos que la pareja Farrow-Previn adoptó.