La alfombra roja de los Óscar: El diamante de 128 quilates de Lady Gaga y el vestido de 20 kilos de Glenn Close

CULTURA

El actor y cantante Billy Porter robó protagonismo a las actrices con su espectacular falda de terciopelo negro

25 feb 2019 . Actualizado a las 07:59 h.

Era la más esperada de los Óscar. Y Lady Gaga llegó con la joya prometida. Un diamante de Tiffany's de 128 quilates valorado en unos 23 millones de euros que, según la prensa estadounidense, no había sido lucido en público desde que adornó el cuello de Audrey Hepburn en 1961. La artista, nominada como mejor actriz por Ha nacido una estrella, posó con un Armani verde oscuro, casi negro, muy distinto de los modelos más arriesgados que lució en otras ocasiones y lejos del rosa que, en distintos tonos, dominó las apuestas de muchas de las asistentes a la gala.

La actriz Glenn Close, candidata también en el apartado a la mejor actriz por La buena esposa, lució un espectacular diseño de la firma Carolina Herrera. Un vestido dorado con capa. Ella misma confesaba en la alfombra roja que pesaba unos veinte kilos y que habían utilizado cuatro millones de hilos en su confección. Un look digno de ganadora. La intérprete se llevó elogios pero no el Óscar.

Glenn Close, candidata al Óscar a la mejor actriz
Glenn Close, candidata al Óscar a la mejor actriz ETIENNE LAURENT | EFE

 Javier Bardem acudió solo, sin Penélope Cruz, y compartió su momento de photocall con la actriz Charlize Theron y sonrió al ver cómo ella acaparaba los focos con su espectacular vestido azul. El intérprete español no acudió a la ceremonia de los Goya, donde sí estuvo su pareja. Bromeó en la alfombra diciendo que el secreto era que iba a presentar toda la ceremonia, pero confesó que sí iba a presentar uno de los premios, aunque sin desvelar cuál (finalmente fue del mejor película de habla no inglesa).  

 Charlize Theron y Javier Bardem
Charlize Theron y Javier Bardem MARIO ANZUONI | REUTERS

Sí acudió acompañado en esta ocasión Viggo Mortensen, que posó con la actriz Ariadna Gil y con su hijo Henry. Mortensen, nominado este año por la película Green Book, no suele acudir a este tipo de ceremonias con la española. 

Viggo Mortensen, con su hijo Henry y su pareja Ariadna Gil
MARK RALSTON | AFP

En la alfombra roja, el cantante y actor Billy Porter se convirtió en un inesperado protagonista. Recientemente, habló sobre romper las convenciones de género y dijo: «Si quiero llevar un vestido, lo llevaré». Dicho y hecho. Se presentó con un híbrido: la parte de arriba, un smoking. La de abajo, una falda espectacular. Un tuxedo de terciopelo negro, menos los puños y el cuello blancos, imitando una camisa, firmado por Christian Siriano.

MARK RALSTON| AFP

Porter ya había sorprendido asistiendo a la ceremonia de los Globos de Oro luciendo una capa rosa brillante, un modelo firmado por el modisto neoyorquino Randi Rahm. Su look dorado fue el más comentado en la alfombra roja de los premios del American Film Institute.

También llamó la atención la presencia de la reina del orden, Marie Kondo. Acudió junto a su marido, con un vestido rosa con incrustados brillantes. La cuenta oficial de Twitter de la Academia la recibió diciendo que esperaban causarle una buena impresión a la mujer que le dice a medio mundo cómo tiene que guardar la ropa en sus armarios y que recomienda tener como máximo 30 libros en casa, porque contar con más le parece ingobernable.

Marie Kondo y su marido
Marie Kondo y su marido MARIO ANZUONI | REUTERS

Y en mundo que está diciendo adiós al plástico resulta extraño el aspecto del vestido elegido por la actriz Rachel Weisz, nominada como mejor actriz de reparto por La favorita, porque su Givenchy no parecía precisamente moda sostenible. 

Rachel Weisz, nominada a mejor actriz de reparto por  La favorita
Rachel Weisz, nominada a mejor actriz de reparto por La favorita MARIO ANZUONI | REUTERS

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