Cornelius Walker: «El racismo afecta a tu cuerpo, tu mente y también a tu alma»

rita álvarez tudela LONDRES / CORRESPONSAL

CULTURA

Muchos espectadores se han visto identificados con la historia del corto de Cornelius Walker
Muchos espectadores se han visto identificados con la historia del corto de Cornelius Walker Rita Álvarez Tudela

El cineasta británico está nominado al Óscar por el corto «Black Sheep», en el que relata sus propias experiencias

21 feb 2019 . Actualizado a las 10:21 h.

Cornelius Walker creció en una vivienda social en el distrito de Camberwell, al sur de Londres, a finales de los años 90. Era una mezcla de culturas y el lugar perfecto para su familia, con una madre nigeriana y un padre medio sierraleonés. Todo cambió en el año 2000, el día del apuñalamiento de la niña nigeriana Damilola Taylor de apenas 10 años a pocos metros de su casa. Su madre pensó que Cornelius podía ser el siguiente y decidió que la familia tenía que mudarse a Essex, un lugar que creía iba a ser más seguro y donde tendrían una casa más grande. Nada más llegar las cosas no fueron tan bien como pensaba, Cornelius sufrió el primer incidente racista de muchos y le dieron una fuerte paliza. Comenzó ahí su lucha para parecerse a los niños blancos y ser aceptado. Eso incluyó adoptar su mismo acento, la violencia, pero también usar crema blanqueadora para tener una piel más clara.

La historia la cuenta en el documental Black Sheep (Oveja Negra), encargado por el diario The Guardian, que está ahora nominado al Óscar al mejor corto documental y que ya ha sido premiado en los festivales de Sheffield y Aesthetica.

-¿Qué le inspiró a hacer este documental?

-Soy cineasta, y un día estaba hablando con un amigo y me dijo: «¿Por qué no cuentas alguna de las historias que vivimos cuando éramos niños?». Yo le contesté poniendo en duda que hubiese alguien que quisiera saber más de ellas. Tiempo después vi la película This is England, del director Shane Meadows, que escribió el guion basándose en sus propias experiencias, centrándose en un grupo de jóvenes skinheads de principios de los 80. Me di cuenta de que sentía una conexión tanto con Shaun como con Milky, que era el único personaje negro. Hubo una escena en especial, en la que un extremista da una fuerte paliza a Milky, en ese momento me di cuenta que quería contar mi historia a través de una película y la relación entre cómo te tratan y sentirse aceptado. Otro día le comenté la idea al director Ed Perkins y me preguntó si tenía alguna conexión conmigo, le respondí que yo lo había vivido en mis propias carnes y me contestó que sería buena idea contarlo en un documental en primera persona. Por un lado, yo quería hacer una película, usar actores y esconderme detrás de ellos, sin que nadie supiese que se trataba de mí, pero para Ed estaba claro que iba a ser mucho más fuerte y llegar a más gente si lo contaba en un documental. Así fue como nació todo.

-¿Por qué afectó tanto a su familia el asesinato de Damilola?

-Era de familia nigeriana como yo. Nigeria es un país bastante difícil y traes a tus niños a Inglaterra pensando que habrá una mejor sociedad, infraestructuras y seguridad, pero Damilola Taylor murió. Tuvo un fuerte impacto en la comunidad nigeriana porque todos nuestros padres vienen a aquí buscando refugio, pero una niña murió y mi madre se dio cuenta de que las cosas podían empeorar. Nos mudamos a Essex, pero allí había racismo y mi madre no sabía que íbamos a tener ese problema, o quizás tenía sus propias experiencias de las que nunca me habló. Ahí fue donde mi lucha comenzó y me tuve que adaptar a esa realidad de los 11 a los 14 años, que es la que se toca principalmente en el documental.

-¿Cree que hay zonas todavía en el Reino Unido donde sucede esto?

-Sí, todavía se ve algún caso aislado en el fútbol con los seguidores cantando mensajes racistas. Somos afortunados en Londres porque hay mucha multiculturalidad. Creo que Inglaterra está mejor, pero no somos como los americanos, somos muy conservadores y el racismo no es tan claro o no se percibe de la misma forma.

-¿Cómo cree que «Black Sheep» puede ayudar a otros niños que sufren lo mismo que tú viviste?

-Es raro porque cuando comenzamos a hacer este documental, mi intención no fue nunca ganar premios, mi idea era crear empatía y mostrar cómo el racismo afecta a tu cuerpo, tu mente y tu alma. Con este documental mucha gente me ha dicho como se sentía identificada porque vivieron algo similar o que les aliviaba saber que había alguien que había vivido lo mismo que ellos. Hay profesores que creen que deben añadirlo a su plan académico y yo siento que si con ello se consigue que se hable más y ayudar a más gente, pues me encantaría, porque creo que debemos aprender a crear empatía por cada raza y llevarnos bien. Y espero que este documental lo consiga.

-Está nominado a los Óscar…

-La nominación ha sido un gran shock y todavía lo sigue siendo. Todavía no me lo creo, solo tengo 27 años y me afecta porque los Óscar es lo más alto, significa que mi historia está siendo reconocida, pero soy humilde porque creo que aún hay mucho que tengo que aprender. También creo que me pueden dar el poder de que más gente se interese por mis historias. Es una pena que una historia sobre mi dolor, el racismo y mi sufrimiento sea por lo que me conozcan, pero si todo lo que he vivido es para llegar a este momento y tener una voz en la industria, entonces todo ha merecido la pena.