Rocky y Drago, añorando el ring en el filme «Creed II»

miguel anxo fernández

CULTURA

Fotograma del filme «Creed II: La leyenda de Rocky»
Fotograma del filme «Creed II: La leyenda de Rocky»

Sylvester Stallone y Dolph Lundgren reviven más de treinta años después y en la piel de sus pupilos su combate de «Rocky IV»

16 feb 2019 . Actualizado a las 09:33 h.

Da lo que se espera. O sea, ni mucho ni poco sino todo lo contrario… En el 2015, Creed suponía una afortunada reinvención del universo Rocky Balboa, en parte por la implicación personal de Stallone -aspiró al Óscar y se llevó el Globo de Oro al mejor secundario- y también por el buen trabajo del director Ryan Coogler. Tomó el relevo Steven Caple Jr., en su segundo largo y fogueado antes en el corto y la televisión. Quizá le falte intensidad emocional, aunque le salió un muy homologable serie B que además parte con la ventaja de trabajar argumentos conocidos y bien enraizados en la tradición cinéfila. Aquí tomando la tan elemental como patriotera Rocky IV (1985), en la que Drago, vestido por Dolph Lundgren, noqueaba mortalmente a Apollo Creed, encarnado por Carl Weathers, al que después vengará Stallone. El Adonis Johnson vestido por Michael B. Jordan es hijo de aquel amigo y ahora el pasado regresa en forma del vástago de Drago, que busca resarcirse de la humillación que le supuso el desprecio de la entonces URSS, el abandono de su mujer y su ruina económica.

Con estos mimbres, se puede adivinar el cesto desde el primer entrelazado. Ahora bien, lograron disimular los tópicos revistiéndolos de una pátina vinculada al sentimiento de paternidad, que afecta a todos los personajes, Stallone incluido. Ese ingrediente hace que los combates se desplacen a un segundo plano, más allá de que Caple Jr., quizá creyendo que están demasiado vistos los guantazos, no consigue la intensidad entre las cuerdas que transmitía la anterior entrega. El propio cartel promocional establece dos niveles dramáticos de enfrentamiento: los púgiles del ring y, algo más al fondo, sus tutores: porque Adonis es más que el pupilo de Balboa y Drago, para vehiculizar su odio, entrena al suyo, por cierto, el debutante Florian Munteanu, que logra transmitirnos su doble conflicto emocional, por un lado el temor a su despótico padre y por otro el odio a su madre. Y un último apunte: Lundgren haría bien en colgar sus habituales papeles de matraca; es mejor actor de lo que cree y hace un papelón.

«CREED II»

EE.UU.,2018. Director: Steven Caple Jr.

Intérpretes: Michael B. Jordan, Sylvester Stallone, Tessa Thompson, Dolph Lundgren, Florian Munteanu, Phylicia Rashad, Wood Harris, Kristina Aponte.

Drama.

130 minutos.