Los Grammy lanzan a Kacey Musgrave al estrellato pop

Javier Becerra
JAVIER BECERRA REDACCIÓN

CULTURA

Kacey Musgraves recogiendo el premio al disco del año
Kacey Musgraves recogiendo el premio al disco del año MIKE BLAKE

Sorpresa total en los premios de la música americana, donde Kendrick Lamar resultó el gran derrotado. En la gala, de marcado acento femenino, se reinvindicó la visibilización de la mujer

11 feb 2019 . Actualizado a las 15:34 h.

Saltó la sorpresa. Kacey Musgrave, una artista americana venida del country y que se está asentando en el pop con su cuarto trabajo, dio la campanada. Se hizo con el premio al mejor álbum del año por Golden Hour en la 61ª edición de los premios Grammy. Nadie lo esperaba. Cuando todos los ojos miraban a Kendrick Lamar, Drake o Brandi Carlile, máximos favoritos, de repente apareció esta joven cantante de rostro dulce y se convirtió en la inesperada protagonista de la noche.

Hasta ella no podía evitar su cara de incredulidad cuando se oyó su nombre. Fue en los últimos minutos de la gala celebrada en el Staples Center de Los Ángeles. Observando su evolución estilística y este refrendo por parte de la industria, se hace inevitable pensar en los pasos seguidos por Taylor Swift. No en vano, también ha vencido en unas categorías de country que parece predestinada a abandonar en breve: mejor álbum, mejor performance y mejor canción

No han sido estos Grammys unos premios con un ganador indiscutible. Adiós a las tradicionales fotos donde un artista se tiene que esforzar para abarcar todos los gramófonos, como ocurrió en su día con Sam Smith o Adele. Al contrario, al margen de Kacey Musgrave, se podía citar dentro de los triunfadores a Childish Gambino, que la iguala con cuatro premios. Con This Is America logró el reconocimiento de la mejor grabación y canción del año, otra de las categorías estrella. Con tres gramófonos se quedó Lady Gaga: mejor actuación pop individual, mejor actuación pop de un dúo o grupo y mejor canción escrita para un medio visual por Shallow.

El reconocimiento al mejor artista nuevo correspondió a Dua Lipa; el mejor disco de pop, Ariana Grande; el mejor álbum de rock, Greta Van Fleet; el mejor álbum de rap, Drake; y el mejor álbum de r&b, H.E.R. No se recuerda en muchos años unos galardones tan repartidos. 

Lady Gaga, Jada Pinkett Smith, Alicia Keys, Michelle Obama y Jennifer López en los minutos iniciales de la gala
Lady Gaga, Jada Pinkett Smith, Alicia Keys, Michelle Obama y Jennifer López en los minutos iniciales de la gala MIKE BLAKE

 Visibilización de la mujeres en la música

Si el año pasado la gala estuvo muy marcada por el Me Too, en esta ocasión no hubo tanta reivindicación explícita, pero sí implícita. Desde el primer momento, quedó claro que iba a ser una noche de marcado acento femenino. Arrancando primero con una Camila Cabello espectacular, que abría un abanico latino con Ricky Martin, J Balvin y Arturo Sandoval. Siguiendo luego con Alicia Keys, presentadora de excepción que tomaba un lugar ocupado por un hombre en los últimos años. Y rematando con la aparición de un cuarteto de lo más singular: Jennifer López, Jada Pinkett Smith, Lady Gaga y, atención, Michelle Obama. Todas hablaron de lo importante que había sido la música en su vida y en su desarrollo como personas. Keys preguntaba el final. «¿Quién domina el mundo?». Así se abría la noche. 

 Janelle Monae, magnética en los premios Grammy
Janelle Monae, magnética en los premios Grammy MIKE BLAKE

Entre las actuaciones, de mayoría femenina también, destacaron de manera especial tres de ellas. Primero, Janelle Monae que se marcó un Make Me Feel espectacular. Resultó inevitable pensar en Prince al escucharla. De hecho, parecía que iba a resucitar por ahí tocando Kiss en cualquier momento. Viendo su coreografía, había reminiscencias de los robots de charol del videoclips Can’t Get You Out Of My Head de Kylie Minogue. Sumado a un magnetismo total, todo ello dejó al público boquiabierto.

Resultó espectacular el pase Lady Gaga. Junto a Mark Ronson validó su condición de animal escénico y apeló a un Shallow con maneras de David Bowie y su explosividad habitual. Por su parte, Saint Vincent apareció en escena a lo Pj Harvey año 2001. Con guitarrazos secos y presencia imponente interpretó Masseduction. Se le unió Dua Lipa, la amiga de Rosalía que, por lo que se ve, ya usa sus mismas uñas. Con ella llegó la electrónica y su One Kiss. La sensualidad, correspondida por su compañera, hizo de pegamento entre ambas.

SAINT VINCENT Y DUA LIPA EN SU ACTUACIÓN
SAINT VINCENT Y DUA LIPA EN SU ACTUACIÓN MIKE BLAKE

También hubo espacio para honrar a Dolly Parton y Diana Ross. Esta última quiso celebrar su 75º cumpleaños presentanda por su nieto y dándose un baño de cariño entre sus compañeros de profesión. Igualmente, se conmemoró el 60º aniversario de la Tamla Motown, con un popurrí interpretado por Jennifer López. No parecía la persona más adecuada para esa empresa. A la fiesta se sumaron Smokey Robinson y Alicia Keys. Desfilaron clásicos inmortales como Dancing In The Street, Please Mr. Postman, Money (That's What I Want, Do You Love Me, ABC, My Girl o Papa Was a Rollin' Stone, entre otras