Muere el dramaturgo y coreógrafo Salvador Távora

Xesús Fraga
X. Fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Salvador Távora ha fallecido en Sevilla a los 88 años
Salvador Távora ha fallecido en Sevilla a los 88 años Manuel Bruque | Efe

El renovador del teatro con influencias del flamenco ha fallecido en Sevilla a los 88 años

08 feb 2019 . Actualizado a las 14:43 h.

El mundo del teatro y del flamenco ha perdido a un renovador que, desde la independencia y la sensibilidad, dio un giro a la escena de raíces populares andaluzas. Salvador Távora, nacido en 1930 en el popular barrio sevillano del Cerro del Águila, falleció este viernes 8 de febrero en su ciudad natal. Su compromiso y entusiasmo lo llevaron a apartar el folclore de su comunidad de posiciones estáticas y superficiales para recuperarlo como genuina expresión de un pueblo. Como ejemplo de ello perdura su obra Quejío, que estrenó en 1972 -en la que intervino como actor- y que también fue la pieza que representó, en el 2017, con motivo de su 45 aniversario.

Desde muy niño Távora creció rodeado de cantes y bailes, una vocación que se fue afianzando progresivamente tras sus años adolescentes como aprendiz en una fábrica y su etapa como torero, entre 1951 y 1960. Tras su retirada del ruedo se fue acercando cada vez más al mundo de la escena profesional, un proceso que culminaría con la invitación del crítico José Monleón para unirse al Teatro Estudio Lebrijano. Távora interpretaría un cante en el contexto de una obra en el Festival de Teatro de Nancy, Francia, lo que lo animaría a montar Quejío, donde plasmaba su aversión por el academicismo y su querencia por lo popular.

A partir de entonces Távora no dejó de encadenar un espectáculo tras otro, con montajes como Nanas de espinas, basada en las Bodas de sangre de Lorca; Las bacantes, por encargo de Miguel Narros; o sus versiones de Carmen y Don Juan de los ruedos. Este último no estuvo exento de polémica, debido a la presencia de toros sobre el escenario. Además, fue ampliando su paleta de recursos teatrales, con incursiones en la ópera, como su montaje de La Traviata, o su adaptación de la novela corta de García Márquez Crónica de una muerte anunciada. También frecuentó la música clásica, con su acercamiento a Carl Orff en Escenas andaluzas para Carmina Burana.

A lo largo de su carrera le fueron llegando todo tipo de reconocimientos, que culminaron en premio Max de Teatro en el 2017.