«Carmina Burana», con las imágenes mágicas de La Fura dels Baus

Xesús Fraga
x. fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El cilindro ocupa un lugar importante en la propuesta de La Fura dels Baus
El cilindro ocupa un lugar importante en la propuesta de La Fura dels Baus a. bofill

La compañía regresa a Galicia con la obra de Orff, que representará en A Coruña

31 ene 2019 . Actualizado a las 11:01 h.

Carmina Burana es una de esas obras que ha traspasado el repertorio clásico para convertirse en un icono popular. Al igual que Así habló Zaratustra, de Richard Strauss, o la obertura de Guillermo Tell de Rossini, basta escuchar sus notas iniciales anticipar inmediatamente sus también emblemáticas primeras palabras: «O Fortuna velut luna, statu variabilis semper crescis aut decrescis (Oh Fortuna, como la luna variable de estado, siempre creces o decreces)». Quizá sea menos conocido el subtítulo con el que Carl Orff (1895-1982) describió sus intenciones para su cantata: «Canciones profanas para solistas y coros con acompañamiento de instrumentos e imágenes mágicas».

Son esas imágenes mágicas a las que han recurrido La Fura dels Baus para concebir el que es uno de los montajes de más éxito de su carrera: este 2019 se cumplen diez años de su estreno, un tiempo en el que lo han visto más de 200.000 espectadores, incluidos los 30.000 que en el 2018 abarrotaron dos días el Estadio Olímpico de Múnich, ciudad natal de Orff. Este nuevo tramo de la gira arrancó en Vigo a finales del año pasado, y ahora regresa a Galicia para ofrecer cuatro funciones entre los días 7 y 10 de febrero en el Palacio de la Ópera de A Coruña (entradas desde 29 euros).

La compañía ha sintetizado esa volubilidad de la Fortuna, una rueda que con sus giros tanto encumbra como puede humillar, en un gran cilindro que reclama su protagonismo escénico. «Tanto la música de Orff como el espíritu de esos poemas medievales, encajan muy bien con el mundo de La Fura», relata Francesc Prats, director de producción del espectáculo creado por Carlus Padrissa. «Él entendió muy bien cómo hacer esa conexión entre las imágenes mágicas que proponía el compositor y el trabajo visual que ha caracterizado la trayectoria de la compañía», reflexiona Prats. Ese tubo es uno de los puntos de conexión entre texto, música e imagen, pero no es el único, ya que este Carmina Burana se vale de proyecciones e incluso de aromas. «Nuestras propuestas buscan provocar los sentidos del público. Y qué mejor que si en la obra llega la primavera también se pueda percibir el aroma en la platea», describe el director de una producción en la que también intervienen otros elementos reconocibles en la estética de La Fura dels Baus, como el agua o el fuego.

El círculo es un motivo recurrente del montaje de «Carmina Burana»
El círculo es un motivo recurrente del montaje de «Carmina Burana» a. bofill

Prats recuerda que Carmina Burana está considerada la obra clásica más popular del siglo XX y que traspasa lo meramente musical. Los textos, escritos originariamente en los siglos XII y XIII, resuenan, sin embargo, en el tiempo, con sus invitaciones al placer terrenal, la crítica social y los caprichos de la Fortuna. No es casual que La Fura estrenase su versión en el 2008 con el arranque de una crisis que devolvió a muchos una conciencia de fragilidad, olvidada en tiempos de bonanza. Desde entonces, la compañía ha llevado el montaje a lugares tan distantes entre sí como Argentina, Florencia -donde contaron con la dirección de Zubin Mehta- y Taiwán. «Lo adaptamos ligeramente en función de las instalaciones: no es lo mismo un teatro que un auditorio al aire libre», explica Prats. Eso sí, en todos estos lugares la música de Orff y la propuesta de La Fura han trascendido con su lenguaje internacional.