El narrador argentino Patricio Pron gana el premio Alfaguara con «la autopsia de una ruptura»

Miguel Lorenci MADRID / COLPISA

CULTURA

Patricio Pron, en Santiago en el año 2016
Patricio Pron, en Santiago en el año 2016 marga mosteiro

«Ver en el metro cómo alguien descartaba o escogía personas en Tinder fue la chispa de la que surgió la novela», dice el autor sobre «Mañana tendremos otros nombres»

24 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Patricio Pron (Rosario, 1975) es el ganador del premio Alfaguara de novela, que falló el miércoles su 22.ª edición. Se lo adjudicó el narrador argentino gracias a Mañana tendremos otros nombres, un relato que Pron presentó con el título provisional de El museo de las relaciones rotas y bajo el seudónimo de No Soy Stiller, que alude al personaje del dramaturgo suizo Max Frisch. Dotado con 175 mil dólares (cerca de 155.000 euros), una escultura de Martín Chirino y la publicación simultánea en todo el territorio de habla hispana, la novela ganadora del Alfaguara estará en las librerías españolas y americanas el próximo 21 de marzo.

El jurado se refirió a la novela ganadora como «una fascinante autopsia de una ruptura amorosa» y que, según su autor, «va más allá del amor». «Es el mapeo sentimental de un sociedad neurótica donde las relaciones son producto de consumo», decía el acta que leyó Juan José Millás. «Es una novela mental», agregó el jurado de una ficción que su autor definió como «filosófica» y que este dedicó al editor Claudio López Lamadrid, fallecido repentinamente hace unos días. El jurado también tuvo un emocionado recuerdo para el director editorial de Penguin Random House, casa matriz de Alfaguara y figura cultural de referencia en España y Latinoamérica.

Pron construye la historia de unos jóvenes urbanos sin nombre, -él, autor de ensayos, ella, arquitecta-, con trabajos precarios y mal pagados. Una pareja en la cuarentena, como su autor, «vagamente consciente de su alienación». El jurado, que la premió por unanimidad, avaló la novela ambientada en el Madrid de hoy como «un texto sutil y sabio, de gran calado psicológico, que refleja la época contemporánea de manera excepcional y toma el pulso a las nuevas formas de entender los afectos». «Confluyen en este libro varias prácticas, tendencias y géneros», dijo Pron que halló su inspiración en «experiencias de amigos que regresaban al mercado de la soltería después de años en pareja para descubrir que las formas en que establecían contacto con sus parejas han cambiado por completo». La chispa saltó al ver un día en el metro «cómo alguien iba descartando o escogiendo personas en Tinder», la aplicación para ligar «a través de un algoritmo del que no sabemos nada».

«En torno al amor confluyen ahora dispositivos tecnológicos y ciertas dinámicas económicas, institucionales y sociales que están cambiando todo, de modo que resulta cada vez más difícil imaginar un final feliz para una relación», apuntó Pron. «El concepto de amor está cambiando como no lo había hecho posiblemente en muchos años», reflexionó el escritor tras el fallo. «Las familias son algo distinto de las familias tradicionales con las que se ilustraban los libros de texto. Es un magnífico paso adelante, pero al tiempo se producen otros desplazamientos y hay cambios que tienen que ver con cómo definimos el consenso y el consentimiento, qué es una relación, cuánto dura, cómo comienza y cómo termina», agregó Pron.

Retrato capitalista

Explicó Millás como Pron «retrata una sociedad entregada al capitalismo hasta en la intimidad», con unos personajes «cuyas costumbres han sido sustituidas por hábitos de consumo». «El marido no ama a la esposa, la consume. Y si tienen hijos, es para consumirlos también», explicó el presidente del jurado y que describió el libro de Pron como «una novela de terror donde no aparece el término de terror».

Pron ha vivido a caballo entre Argentina, Alemania -donde se doctoró en Filología Románica- y España, donde reside actualmente. Es autor de siete novelas, entre ellas El comienzo de la primavera (2008) -premio Jaén- o El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia (2011), Nosotros caminamos en sueños (2014) o No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles (2016). También de seis libros de cuentos, como El mundo sin las personas que lo afean y lo arruinan (2010), Trayéndolo todo de regreso a casa (2011), La vida interior de las plantas de interior (2013) o Lo que está y no se usa nos fulminará (2018). Ganador del premio Juan Rulfo de relato 2004, su obra ha se ha traducido a una decena de idiomas.

Pron toma el relevo de Una novela criminal, el relato testimonial del mexicano Jorge Volpi, ganador en el 2018. A esta convocatoria se habían presentado 767 manuscritos. Millás presidió un jurado compuesto por los también escritores Jorge Fernández Díaz (Argentina) y Manuel Vilas (España), la editora Gunilla Sondell (Suecia), la directora de la librería Oletvm de Valladolid, Estrella García, y Pilar Reyes, directora editorial de Alfaguara, con voz, pero sin voto. Creado en 1965 y relanzado en 1998, el Alfaguara ha conformado en sus veintidós años de historia una apreciable nómina con ganadores de todos los ámbitos de una lengua que comparten más de 500 millones de personas. Lo han ganado narradores como Ray Loriga, Jorge Volpi, Andrés Neuman, Sergio Ramírez, Laura Restrepo, Juan Gabriel Vásquez, Eduardo Sacheri, José Ovejero, Tomás Eloy Martínez, Clara Sánchez, Elena Poniatowska, Manuel Vicent o Jorge Franco.