Laura Restrepo: «Siempre he procurado que mis libros sean una mezcla de ficción y realidad»

Begoña Íñiguez LISBOA / CORRESPONSAL

CULTURA

Restrepo participó en los festejos del 113.º aniversario de la librería Lello, en Oporto
Restrepo participó en los festejos del 113.º aniversario de la librería Lello, en Oporto Sáshenka Gutiérrez | EFE

La narradora colombiana aspira a que su obra alcance en España el nivel de ventas que tiene en Latinoamérica

22 ene 2019 . Actualizado a las 08:09 h.

Treinta y tres años después de publicar su primer libro, Historia de un entusiasmo, una especie de crónica novelada sobre el proceso de paz entre el Gobierno colombiano y el grupo guerrillero M-19, la escritora y periodista Laura Restrepo (Bogotá, 1950) habla en Portugal de su última narración, Los divinos (2018), y de los avatares de su obra. Lo hace en Lello, en Oporto, a donde ha viajado para participar en las conmemoraciones del 113.º aniversario de la emblemática librería.

Restrepo atesora una intensa vida de creación literaria, con 21 libros publicados, y también de activismo político en su país, en el que formó parte de la comisión negociadora con el citado M-19. Es más, tuvo que exiliarse en México y España, por las amenazas recibidas. Ha ganado numerosos premios, como el de la Crítica francesa en 1998. Su narrativa incisiva y crítica -que destapa una tras otra las injusticias de su país, metiendo el dedo en la llaga sobre las diferencias de clase y los privilegios en Colombia- la han convertido en una de las grandes escritoras latinoamericanas contemporáneas, cuya obra ha sido traducida a doce lenguas. Aspira a que sus novelas logren en España una recepción tan buena como en América, confiesa para acabar proclamando: «Vivo feliz en una casita rodeada de montañas, y de mucha paz, en el Pirineo catalán, donde me concentro y he escrito Los divinos, mi último libro».

-¿Qué importancia tiene para usted Portugal?

-Me encuentro muy a gusto aquí, adonde he viajado varias veces por motivos profesionales y personales. Al igual que me ocurre en España, en Portugal se respira autenticidad, raíces comunes y mezcla de culturas que se unen, como la árabe, la africana, la brasileña, en las costumbres y en el lenguaje, que nos enriquecen. Es algo que se nota en la piel nada más llegar y que nos hace sentir como en casa.

-¿Qué siente en una librería con tanta historia como Lello?

-Esta librería es una de las más admiradas del mundo, no solo por su belleza, también por tener el aire místico y magnífico de una iglesia de pensamiento libre, para creyentes y no creyentes, un lugar de recogimiento, que nos rodea de saber y de cultura. Además de ser un lugar abierto a cualquiera que esté de paso por la ciudad.

-¿Cree que se conoce suficientemente su obra en España, país donde reside habitualmente?

-Curiosamente, a pesar de residir y de haber ganado varios premios en España, como el Alfaguara de Novela y el Arzobispo Juan de San Clemente, muchas personas no conocen mi obra. No he conseguido llegar al gran público y vender tantas obras como en América. Es una pena porque me gustaría que mis novelas, que hablan de una realidad que se puede extrapolar a cualquier país, tuvieran tanto éxito en España como al otro lado del charco, en Colombia, México, Argentina, Venezuela, donde sí que son conocidas y tengo una relación muy cálida con el público. Dos de mis obras que se leyeron mucho en España, como Delirio y La novia oscura, aunque, desafortunadamente, con las últimas, no ha ocurrido igual.

-«Los divinos» se basa en una historia de feminicidio en su país, del 2016. ¿A qué se debe el éxito logrado en Latinoamérica?

-Creo que muchas personas al leerla han conseguido recapacitar y comprender el tejido social, los privilegios de clase y el machismo que abundan todavía en Colombia, y en otros países próximos, que han hecho posible que durante décadas se les permitiera a algunos hacer lo que les diera la gana, pasando por encima de la ley. Por suerte, las cosas está cambiando en la sociedad, como ha ocurrido en España con el caso de los de La manada, acusados de la violación grupal cometida contra una joven en Pamplona.

-¿Cómo definiría su estilo?

-Siempre he procurado que mis libros sean una mezcla de ficción y realidad. Me baso en hechos reales. Hago siempre una investigación meticulosa de algún acontecimiento, como ha ocurrido con Los divinos. Luego lo convierto en ficción, para que el lector sienta que le están contando su propia historia. También me interesa mucho la dignidad de mis personajes, sobre todo de los femeninos, que casi siempre se encuentran en situaciones difíciles. Soy colombiana y los duros problemas de mi país se ven, sin duda, constantemente, reflejados en mis obras.

«En Galicia obtuve mi primer premio en España»

En el ambiente acogedor y único creado por las estanterías centenarias de la Lello, repletas de libros, y el paso de miles de lectores de todo el mundo, Laura Restrepo asegura: «Me encantaría volver a Galicia, donde obtuve mi primer premio literario en España, el Arzobispo Juan de San Clemente, en el año 2003». En tierras gallegas se encuentra muy cómoda, incide: «He estado varias veces en Galicia, en Santiago, en A Coruña, en la Costa da Morte, y me siento como en casa». Es amiga del escritor Manuel Rivas, al que conoció a través de la colaboración con Médicos sin Fronteras; de él dice: «Lo admiro como persona y como escritor, es periodista como yo», advierte para concluir: «Nos une la visión crítica de los periodistas, la estrecha relación con nuestros lectores y el compromiso con las causas que consideramos justas».

-¿Es cierto que colabora como voluntaria con las causas que considera justas?

-Efectivamente. Colaboro mucho con Médicos del Mundo, oenegé con la que he realizado voluntariado en diferentes países como la India, Somalia, Etiopía... Y también he dado bastantes charlas con ellos en Galicia.

-¿De los 21 libros que ha publicado cuáles recomendaría a quien no conozca su obra?

-Caramba, me resulta muy difícil hacer una selección... Quizá La novia oscura y Delirio, por el que gané el Alfaguara de Novela, y también el más reciente, Los divinos. A estos dos últimos los separa un lapso de quince, se desarrollan en Colombia y pueden servir para conocer mi estilo y mi forma de escribir. En ambos utilizo el bogotano, la manera típica de hablar de Bogotá. Los divinos lo he escrito en mi casita del Pirineo catalán, donde resido y consigo concentrarme, aislarme del mundo y ser feliz.