«Con el tiempo dejas de hacerle caso a la intuición, pero hay que seguir el corazón»

edith filgueira OURENSE / LA VOZ

CULTURA

Santi M. Amil

El actor Luís Tosar recogió en Ourense el galardón con el que el festival de cine OUFF distingue la coherencia de su sólida carrera

01 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«No sabría quedarme solo con un personaje de todos los que he hecho, pero sí que hay papeles que prevalecen más en el recuerdo de la gente. Cuando estoy en Galicia todavía me identifican con Andrés, de Mareas vivas», responde el actor lugués Luís Tosar (Cospeito, 1971) cuando le preguntan cuál es el trabajo que más le ha marcado desde que se mueve entre bambalinas. El Festival de Cine Internacional de Ourense (OUFF) le ha concedido, en su vigésimo tercera edición, un premio por sus veinte años de sólida trayectoria -aunque son casi treinta si se tienen en cuenta cortometrajes y obras de teatro-.

Llegó en tren a la ciudad por la mañana, con el tiempo justo para acudir a un encuentro con estudiantes y medios de comunicación. Allí expuso su visión del séptimo arte en la actualidad: «Estamos viviendo momentos de transformación, con futuros inciertos, tanto en cuestión de formatos como de comunicación. La identidad del cine está en un momento crucial. Por eso tiene mérito mantener tantos años un festival como el de Ourense y agradezco tanto este reconocimiento».

El actor, que se encuentra inmerso en un proyecto del director Aritz Moreno sobre el delirio y las enfermedades mentales planteadas desde un punto de vista cómico, pasó el día desplazándose en coche entre compromisos y atendiendo a los medios de comunicación telefónicamente. Y sin perder por ello el sentido del humor.

Hacer balance con el lucense parece fácil atendiendo a fechas. Y es que han pasado veinte años desde su primer largometraje y quince desde Te doy mis ojos, una película en la que interpreta a un maltratador que le valió el Goya al mejor actor protagonista. «Por desgracia, esta cinta continúa siendo un referente para educadores y personal de la policía. Sigue estando muy lejos de mejorar la situación y es un poco triste que las cifras no acompañen un movimiento que por aquel momento parecía que empezaba a aflorar», lamenta sobre la plena vigencia de la denuncia del filme.

En cuanto a lo que todavía no ha conseguido, a nivel interpretativo, afirma que la insatisfacción es un sentimiento permanente. «Podría empezar de nuevo y volver a hacerlo todo bien. Esto es una profesión en la que siempre tienes la sensación de estar en un viaje que no terminas de completar. Si hubiera más tiempo, seguiría haciendo tomas eternamente», cuenta entre risas.

No es muy amigo de dar consejos a los demás, pero reconoce que si pudiera hablar con el Tosar de hace veinte años le diría que se tome la vida con calma. «Da tiempo a todo. Yo tuve mucha prisa en ocasiones por hacer muchas cosas y después me he dado cuenta realmente de que, si la vida te deja y no tiene el capricho de quitarte del medio pronto, da tiempo a todo», insiste.

La actuación, en el ADN

Entiende la actuación como una cosa inherente al hombre y cree que todos forzamos los estados de ánimo con un fin concreto. «El ser humano intenta manipular un poco la realidad para adecuarla a su conveniencia y es algo que se ve ya en los niños pequeños. Todos llevamos la actuación impresa en el ADN, lo que pasa es que en algunos se desarrolla de una manera más artística y en otros más práctica», arguye no sin cierta ironía.

Eso de que veinte años no son nada, dice, no es del todo cierto. «Algo pesan. Sobre todo en lo físico -bromea-. Se notan también en lo profesional: te conocen más y tú te conoces mejor, sabes lo que no quieres. Y es verdad que te vas haciendo un pelín más selectivo a la hora de escoger trabajos, lo que tiene el lado negativo de que dejas de actuar por intuición. Con el paso del tiempo dejas de hacerle caso a la intuición, pero creo que es importante seguir al corazón», sopesa.

Pese a que confesó que le daba algo de vértigo recoger el premio en el teatro Principal por aquello de echar la vista atrás, agradeció a los que asistieron al acto la apuesta por el cine y confesó sentirse muy unido «sentimentalmente» a Ourense.

El cine gallego en la diáspora hecho libro

El Festival de Cine Internacional de Ourense ha retomado este año la costumbre de difundir y presentar publicaciones relacionadas con el ámbito cinematográfico. Ayer fue el turno de Marta Pérez Barreiro, coautora de Marcas na paisaxe (Galaxia, 2018) que respondió didácticamente a las preguntas de estudiantes de secundaria sobre el lugar del cine gallego en la actualidad.

El volumen, en el que han trabajado varios investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela, aborda en profundidad la circulación del cine gallego en sociedades como la argentina, en las que se asentaron los emigrantes durante el siglo XX. Se trata de uno de los libros más recientes sobre «as historias do cine galego» y busca «reavivar un debate sobre que é o propio cine galego», según explicó Pérez Barreiro.

Marcas na paisaxe es el primer tomo de una nueva colección llamada Pantallas de Galaxia, en la que los autores llevan trabajando varios años y que está coordinado por la escritora, profesora, cineasta y periodista Margarita Ledo Andión.

«O tema que tratamos nos capítulos non deixa de ser actualidade porque agora estamos vivindo unha repetición da historia. Temos a xeración mellor preparada e a xente moza non atopa neste país traballo pese a ter unha formación excelente. Terminan por marchar a outros países europeos», razonó.

Sobre cómo ve la industria en los últimos años, Pérez Barreiro fue concisa: «Cinema en galego hai, pero tamén hai un problema de visibilidade. Fanse películas grandes e pequenas, documentais e ficción. A esmorga é un exemplo dun bo traballo de publicidade porque estaba presente até nas paradas de autobús».

Durante el encuentro con los estudiantes también recordó la autora que nunca como ahora tantos trabajos cinematográficos gallegos recibieron tantos premios en festivales internacionales. «Fóra de Galicia vese moito máis o noso cine do que o facemos nós aquí», concluyó.