El gaitero Hevia se hace cargo de una SGAE con «un pie en el abismo»

miguel lorenci MADRID / COLPISA

CULTURA

Europa Press | Eduardo Parra

El vigués Teo Cardalda es uno de los cuatro nuevos vicepresidentes de la entidad

13 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

«Tenemos un pie en el abismo». «La situación es crítica». «No podemos permitirnos algo parecido al brexit». «Se ha creado un ambiente deleznable sobre los autores». Son palabras de los miembros de la nueva junta directiva de la SGAE que reconocen la grave situación de la entidad y su incierto futuro. El músico asturiano José Ángel Hevia se coloca al frente de la entidad junto a Fermín Cabal (por el colegio de Gran Derecho, dramaturgos), Teo Cardalda (Pequeño Derecho, músicos), Antonio Onetti (Audiovisual) y Clifford Williams (Editores).

La nueva junta, que niega cualquier relación con el escándalo de «la rueda», el presunto fraude multimillonario de la música nocturna en televisión, tomó el timón de la SGAE hasta el 2022 con veinte votos a favor, dos en contra y doce abstenciones de los 34 autores presentes. Todos sus miembros son muy conscientes de que se juegan el futuro de una casa centenaria. Apuestan por el consenso y repiten que «los trapos sucios se han de lavar dentro de casa». Deben redactar los nuevos estatutos reclamados por Cultura, evitar la sangría que supondría el anunciado abandono de socios relevantes, dar con una nueva fórmula de reparto y articular el voto electrónico cuya ausencia causó la retirada de candidaturas y la amenaza de una salida masivas de socios.

En plena tempestad

«Tomamos los mandos en plena tempestad. Hay que tomar decisiones ya», asume Hevia (Villaviciosa, 1967) gaitero que tiene como prioridad «sembrar el consenso y trabajar en conjunto». El primer paso es atender al ultimátum de Cultura, que dio de plazo hasta el 27 de diciembre, para la adaptación de la entidad a la regulación europea. «La situación es grave. Vivimos un momento peligrosísimo, con un pie en el abismo, y podemos desaparecer a corto plazo», vaticinó Fermín Cabal, vicepresidente que representa a los dramaturgos. «La situación es crítica», reconocía Hevia, para quien resulta crucial que la entidad no se rompa. «Es vital que no se marchen los socios que así lo han anunciado. Queremos el entendimiento con todos. Algo parecido al brexit sería dañino, muy negativo para todos», dijo. «De momento, nos hemos entendido en una junta mejor que en toda la legislatura pasada», avanzaba.

«Hemos sido vapuleados por los medios», aseguró Teo Cardalda, que representa los músicos y que cargó las tintas contra los informadores. «Luchamos contra la prensa», dijo, denunciado el «envenenamiento absoluto respecto a la música nocturna y el voto electrónico». «Los trapos sucios arreglan dentro. Tenemos que defender los derechos de los autores y necesitamos una SGAE grande y seria que represente a un país que defienda la cultura», agregó. «Les pido una tregua, que nos dejen intentar limpiar», reclamó.

Ni Cardalda ni nadie en la nueva junta reconoce el fenómeno de «la rueda», que ha dado pie a una causa judicial abierta tras la investigación por un presunto fraude que podría alcanzar los cien millones de euros. «El ‘caso Saga’ -por el que se juzgará al expresidente Teddy Bautista- y el caso de ‘la rueda’ están abiertos y no nos identificamos con ninguno», dijo Hevia. Destacó que en su junta directiva no hay nadie implicado en procesos judiciales y que, en el caso de que alguno acabase imputado, «habría que respetar la presunción de inocencia».