Xunta y Concello estudian hacerse cargo del MAC tras el abandono de Naturgy

montse CARNEIRO A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

ANGEL MANSO

La eléctrica propuso al Ayuntamiento de A Coruña traspasarle el edificio y a Cultura cederle la colección de arte de Fenosa

30 may 2019 . Actualizado a las 21:49 h.

El MAC podría salvarse pasando a manos públicas. La compañía eléctrica Naturgy (antes llamada Gas Natural Unión Fenosa) abandona su única obra social en Galicia, el Museo de Arte Contemporáneo abierto en A Coruña en 1995 por la aún entonces empresa gallega, y lanza un envite a la Administración para que asuma la gestión del centro y de su valiosa colección. Así se desprende de las conversaciones iniciadas hace un par de semanas con las dos instituciones capaces de garantizar el mantenimiento del museo. Si el diálogo da frutos, el Ayuntamiento de A Coruña recibirá el edificio de la avenida de Arteixo 171 y la Consellería de Cultura gestionará en usufructo las cerca de 700 piezas de arte contemporáneo -fundamentalmente, pinturas y fotografías- que han ido enriqueciendo los depósitos del centro desde su creación.

La plantilla espera

El MAC (antes llamado Macuf) nació del empeño del ingeniero Julián Trincado, presidente de honor de Unión Fenosa hasta su fallecimiento en el año 2000 y mentor del proyecto que dirigiría en sus primeros diez años el pintor coruñés Luis Caruncho. Del equipo actual, únicamente Carmen Rivera, directora del museo desde el 2005, estaba ayer en condiciones de adelantar algo sobre su futuro: la semana que viene estará jubilada. Los diez trabajadores de la plantilla, que conocieron la noticia del cierre ayer por la mañana, por las páginas de La Voz de Galicia, no habían recibido a mediodía ninguna explicación de la dirección de la compañía en Barcelona ni información sobre su destino laboral. Tres personas en el área de educación -el museo ofrece un ambicioso programa para colegios-, dos en actividades, una en convocatorias artísticas (las muy cotizadas becas y residencias del centro), una conservadora y restauradora, una coordinadora de exposiciones y dos trabajadores de mantenimiento y administración aguardaron todo el día por un diálogo que la empresa parecía demorar. Finalmente, según fuentes de la compañía, se les hizo saber que la posibilidad de recolocación en otros puestos existía, pero que valoraban seriamente incluir a los trabajadores en el paquete del acuerdo con las Administraciones, que, de prosperar el pacto, asumirían de esta forma también la plantilla.

Con la Xunta Naturgy contactó hace un par de semanas para comunicar el cierre, informar del inicio de conversaciones con el Concello para traspasar el edificio y ofrecerle la cesión de una colección «interesante», calificó ayer el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, que reconoció «a boa disposición e o interese, aínda que non a calquera prezo» para recibir los fondos. Rodríguez advirtió de que la fase es «embrionaria» y que hay que «falar, avaliar, estudar e traballar» para mantener «un referente cultural de primeirísimo nivel», construir un proyecto para que la colección «sexa vista polos coruñeses e polos galegos» mediante itinerancias por la red museística gallega, y en todo caso negociar con el Concello coruñés, que «é o competente, sobre cales son as súas pretensións para o edificio» del MAC.

Rodríguez no eludió el abandono de Naturgy de su compromiso social con Galicia, de donde proceden el 20 % de sus clientes domésticos, más de 100.000 familias. «Obviamente é unha decisión da empresa, que polo menos abre a porta a que os fondos queden aquí, porque podían venderllos a un millonario ruso, pero si se bota de menos o mantemento dese cariño cara á cultura e ao patrimonio de Galicia», opinó.

Sande: «Debe continuar»

Xosé Manuel Sande, edil de cultura de A Coruña, también lamentó la marcha de Fenosa a través del grupo al que pertenece. «O MAC debe continuar coa súa actividade. É un valor e un equipamento cultural de primeira orde», subrayó el concejal, que confirmó el diálogo con Naturgy y animó a «tomar a palabra da Xunta en relación á súa vontade de que a colección permaneza en Galicia», aunque debería perdurar «concretamente, e de xeito estable -apostilló Sande-, na Coruña».

Manuel Vilariño: «Para ellos Galicia no es más que un mercado, pero la colección se creó aquí y debe quedar aquí»

A todos cogió por sorpresa el anuncio de cierre del MAC, menos a los artistas, espectadores de un proceso de derrumbamiento de las instituciones de arte contemporáneo que el escultor Jorge Perianes esgrime, no sin sarcasmo, para defender la disolución de la disciplina. «Si ya no interesa socialmente, aunque las exposiciones estén abarrotadas, que clausuren los bachilleratos artísticos y las facultades. Que cierren todo. Solo estamos fomentando equivocaciones y frustración», afirma el artista, becado hace años con una estancia en Berlín y desconcertado con la deriva «hacia el caos» que están tomando las galerías y los museos. «Hace quince años en Galicia tenías que pararte a pensar a qué inauguración ibas de tantas que te interesaban», recuerda el escultor, que habla del MAC como un centro de referencia en España, «un altavoz» y un lugar con «un orden» para la trayectoria de un artista, a través de la programación, el premio y las becas. «Hay mucho que agradecer y es mucho lo que perdemos», lamenta.

Más rotundo se muestra el premio nacional de Fotografía Manuel Vilariño, uno de los pocos autores gallegos a los que el MAC dedicó una exposición individual, que interpreta el cierre como «el último y previsible eslabón del proceso de desertización que estamos viviendo en el mundo del arte contemporáneo». Y señala sin rodeos a los responsables de «la eléctrica catalana, para quienes Galicia no es más que un mercado. Ahora dan un portazo -resalta el fotógrafo-, pero la colección se creó aquí y debe quedar aquí».