Moradiellos revisa la figura de Franco para quienes no han vivido bajo su régimen

H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

RAQUEL P. VIECO

El historiador publica su ensayo Franco. Anatomía de un dictador

24 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Últimamente se ha generado mucha confusión en torno a la figura de Franco. La mayoría de los españoles (y los que no lo son) daba por definitivamente enterrado al general nacido en Ferrol, pero el aparato mediático del soberanismo catalán y el proyecto para exhumar los restos del dictador del Valle de los Caídos parecen haberlo devuelto al primer plano. Contra ese protagonismo inmerecido y también contra el olvido (o la ignorancia injustificada), el historiador Enrique Moradiellos ha escrito su ensayo Franco. Anatomía de un dictador, que hoy trae a las librerías el sello Turner.

El retrato que traza está en cierto modo destinado a aquellas generaciones de españoles que no han vivido bajo el régimen franquista, pero el rigor del texto hace óptima la lectura para cualquiera que disfrute con la lucidez de la historia bien contada. Moradiellos -que ya obtuvo el Premio Nacional de Historia en el 2017 por su fantástica Historia mínima de la Guerra Civil española, también en Turner- avisa de su planteamiento con la cita de Eduardo Mendoza con que abre el volumen, extraída de su opúsculo Qué está pasando en Cataluña (2017), en el que reflexiona sobre este tipo de «prejuicios y tergiversaciones» que dan «origen a buena parte de las ideas predominantes». Tan extendidas, ahora incluso en cierta escena internacional, como que el Estado español soporta tal herencia del pasado fascista que le impide entrar en la plena madurez democrática, insidia que, por ejemplo, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, combate con tozudez.

Para reducir los lugares comunes y las mitificaciones a la expresión más residual, para poner en su sitio a ese «fantasma incómodo pero muy real» de Franco, que vaga como una sombra del pasado por la vida política y cultural española, Moradiellos ahonda en tres aspectos fundamentales sobre los que edifica su biografía: el perfil humano y la trayectoria vital del caudillo; las bases sociopolíticas y jurídicas de su extraordinaria supremacía como sátrapa absoluto; y los caracteres y naturaleza de su dictadura de poder personal.

El retrato que dibuja el catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Extremadura iluminará aquello que gráficamente dijo desde el exilio otro gallego, el coruñés Salvador de Madariaga, y que recoge el libro: «La estrategia política de Franco es tan sencilla como una lanza. No hay acto suyo que se proponga otra cosa que durar. Bajo las apariencias tácticas más variadas y hasta contradictorias (paz, neutralidad, belicosidad; amnistía, persecución; monarquía, regencia), en lo único en que piensa Franco es Franco».

Es tan deseable, por cierto, que la obra de Moradiellos acabe con eso de que lo único en que piensan los españoles es Franco como que ponga fin a esa ignorancia infame que fermenta en el olvido.