Crítica de cine: «Diario de un cura de provincias»

Eduardo Galán Blanco

CULTURA

Ethan Hawke se pone en la piel de un reverendo calvinista que ha perdido la fe, y la esposa, tras la muerte de su hijo en Irak

05 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Paul Schrader, gran autor del cine americano, coetáneo a Scorsese o Spielberg, siempre ha estado obsesionado con las ideas de la caída y de la redención. La estricta educación calvinista que sufrió de niño le marcó a fuego, pero el Paul adolescente -casi adulto ya- despertó al mundo con la luz de una película. En su hogar no se permitía el averno de la oscuridad del cine, pero entrar en ese infierno fue su liberación. Luego estudió cine en UCLA y buscó un camino entre la materia de los sueños shakesperiana.

En muchos de sus guiones -para Taxi Driver, Toro Salvaje o La última tentación de Cristo- o en las películas que ha escrito y dirigido, sus personajes viven demonios y luchan desesperadamente por huir de lo que son: el prostituto de American gigoló, el padre culpable de Hardcore, el escritor abismalmente insatisfecho Yukio Mishima, el traficante insomne de Posibilidad de escape o el sheriff alcohólico sin autoestima, despreciado por todos, de Aflicción.

Reconcentrado, un magnífico Ethan Hawke recoge el testigo de este ejército de hombres inarticulados -interpretados por Richard Gere, Willem Dafoe o Nick Nolte- para encarnar a otro personaje torturado en sus contradicciones, el del reverendo calvinista que ha perdido la fe -y la esposa- tras la muerte de su hijo en Irak. El cura nos habla a través de su diario: lleva años aislado en una iglesia turística, escasamente frecuentada, un museo de 250 años de antigüedad -daba refugio a los esclavos que huían hacia Canadá- dependiente de otra más rica y multitudinariamente visitada. Hasta que una joven embarazada -la siempre intuitiva Amanda Seyfried- le pide ayuda con su marido, activista ecologista de tendencias suicidas.

Tras algunas películas fallidas, no malas pero sí indecisas, el mejor Schader ha vuelto, con una belleza y solidez apabullantes. Su clérigo es un homenaje; está construido con las piezas de las películas y novelas que le salvaron la vida cuando era joven: Diario de un cura rural de Bresson y Georges Bernanos, Sangre sabia de John Huston y Flannery O’Connor o Los comulgantes de Ingmar Bergman. El resultado, filmado en el formato ascético de 1.37:1, es maestro y conmovedor.

«FIRST REFORMED»

EE.UU., 2017.

Director: Paul Schrader.

Intérpretes: Ethan Hawke, Amanda Seyfried, Cedric The Entertainer Kyles, Philip Ettinger, Victoria Hill, Michael Gaston, Bill Hoag, Frank Rodriguez.

Drama.

113 minutos.