Los objetos de nuestra vida, de saldo

Eduardo Galán Blanco

CULTURA

«Una casa, la familia y un milagro» es más ligera que el vuelo de una pluma

15 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En general, la nueva comedia italiana, que los publicistas de Berlusconi defienden a capa y espada, se distingue por ser inocua, intrascendente y, si se quiere, amable. No estamos diciendo que no te puedas reír un poco con Una casa, la familia y un milagro, pero la sensación que deja es más ligera que el vuelo de una pluma. En fin, para entendernos, media un abismo entre este liviano entretenimiento y las vitriólicas e inteligentes comedias italianas de los años cincuenta, sesenta y setenta del pasado siglo, las que crearon Monicelli, Scola, Germi, Risi, Comencini, De Sica o Lattuada.

Partiendo de una idea parecida a la de Goodbye, Lenin, aquí tenemos a un padre casi octogenario -el gran Luigi Diberti, actor turinés activo en los años de gloria de la comedia clásica italiana- que despierta de un supuesto coma irreversible y al que los médicos envían a casa. Pero la casa, con todos los objetos y recuerdos de cinco décadas, ya no es de la familia, porque los cuatro hijos del viejo la han vendido para ayudar al más joven de los hermanos.

Los gags oscilan entre la pura sal gruesa y los supuestamente sofisticados. Entre los primeros están los que giran alrededor de cómo conseguir de nuevo los objetos vendidos a los gitanos o, en su defecto, sustituirlos por otros: cambiar un busto de Beethoven por uno de Mussolini con peluca o una foto de la Torre Eiffel por una de una jirafa; en esa dimensión nos movemos. Los segundos toman como base el ajuste de cuentas de los hermanos y el choque de caracteres; y ahí sobresale lo mejor de la película: Stefano Fresi, el actor que interpreta al hermano gordo, compositor frustrado y profesor de música para niños sin talento.

Augusto Fornari es un actor secundario que debuta en la dirección con tímidas buenas intenciones, intentando decirnos algo sobre el valor de la memoria y de los objetos que acumulamos a lo largo de nuestra vida, aunque sin fortuna. Sin embargo, la película no ha ido mal en su país, a rebufo de recientes títulos comerciales de perfil bajo como Un italiano en Noruega, Bienvenidos al sur, La hora del cambio, Si Dios quiere o Amor a la siciliana.

«LA CASA DI FAMIGLIA»

Italia, 2017.

Director: Augusto Fornari.

Intérpretes: Lino Guanciale, Matilde Gioli, Stefano Fresi, Libero De Renzo, Luigi Diberti, Toni Fornari, Michele Venitucci, Nicoletta Romanoff, Marco Conidi.

Comedia. 86 minutos.