Érase una familia que vivía allá donde la playa. Un día estaban los seis hermanos jugando con las olas cuando de pronto...
-¡Mirad lo que hay ahí! -dijo John Scott.
-¿Qué es eso? -preguntó Elizabeth, la más pequeña.
-¡Es una botella con un mensaje dentro! -dijo Peter, el mayor, muy nervioso.
Los Scott volvieron a casa y tiraron la botella al suelo. Esta se rompió en mil pedazos y Karen cogió el mensaje. Este ponía: «¡Soy Riky Phill, necesito ayuda!».
-¿Quien será ese Riky Phill? -preguntó Pam.
-No sé, pero podríamos buscar en Internet -añadió Jane. Después de dos días sin resultados, al tercer día...
-¡Mirad lo que he encontrado! -gritó Karen, emocionada- el viejo corsario Riky Phill está desaparecido, se cree que Johny Drew lo han capturado, a estos se les ha visto en la isla Mcallister.
Los Scott compraron seis billetes de barco y se dirigieron a la isla. Al llegar vieron una casa abandonada y decidieron entrar, porque ese podría ser un buen escondite. Al entrar oyeron unos gritos que venían de abajo. Bajaron las escaleras a toda prisa y encontraron una puerta cerrada con llave.
-¡De ahí vienen los gritos! -dijo Elizabeth.
-¡Soy Riky Phill! Habéis encontrado mi botella! -exclamó un hombre de voz ronca- ¡La llave está fuera , buscadla!
-¡Aquí está! -gritó John.
La metió en la cerradura y... salió un hombre barbudo y flaco.
-¡Corred antes de que nos pillen! -dijo Riki -¡Alquilaremos un barco y saldremos de aquí!
Cogieron siete billetes y al llegar a tierra le preguntaron:
-¿Por qué te perseguían?
-Por este collar de valor incalculable, quieren venderlo y ser millonarios...
-Chicos, ¿qué hacéis con este hombre? -gritó la Sra.Scott.
-¡Mamá! -gritaron todos.
Los Scott le contaron la historia y la madre les dijo:
-Distraedlo mientras llamo a la policía, es un ladrón.
La policía llegó muy rápido y se llevaron al hombre a la cárcel. Al llegar a casa los Scott le contaron la aventura del falso corsario a su padre.
Olalla García Rey. 11 años. Vigo. Estudiante.