¿Usa Facebook? ¡No mire este cuadro!

Mikel venys / B. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

La Casa Museo de Rubens se rebela contra la censura de la compañía de Zuckerberg y los guardias de seguridad impiden ver pinturas con desnudos a quien tenga cuenta en la red social

17 ago 2018 . Actualizado a las 17:48 h.

«No se puede confundir una obra artística con pornografía», sentencia la crítica de arte Mercedes Rozas. El mundo del arte está que echa humo. Facebook ha censurado gran cantidad de imágenes de obras artísticas compartidas por la Oficina de Turismo de Flandes como campaña de propaganda de la Casa Museo de Rubens. Entre ellas se encuentran pinturas icónicas como La elevación de la cruz, El retrato de Adán y Eva de Rubens; y El Triunfo de Baco de Michaelina Wautier. ¿El motivo? Las imágenes muestran desnudos, algo inaceptable para la red social bajo ningún pretexto.

Como signo de protesta y para demostrar lo incoherente que resulta este tipo de censura, la casa Museo de Rubens en Amberes grabó un vídeo con una cámara oculta, en el que los guardias de seguridad de la sala impedían a aquellos que tuvieran cuenta en Facebook observar las pinturas en las que aparecían desnudos. Los visitantes se quedaron atónitos. Los autores de la idea cumplieron su objetivo: llamar la atención de una forma original para que su problema se hiciera viral en el universo 2.0.

«La performance que hicieron en el museo me parece una buena forma de llamar la atención porque se están cruzando ciertos límites. Facebook debería preocuparse de prohibir otro tipo de contenidos como la violencia o las armas. El arte no, los niños tienen derecho a acceder a él», opina Rozas. Esto ha generado una ardua polémica sobre a qué niveles la censura de Facebook está afectando a la libertad creativa. «Censurar el arte es una muestra de desaprobar o borrar las huellas de la creatividad del ser humano. El desnudo es un género artístico constante en la historia del arte, desde la prehistoria hasta hoy. Con sus múltiples interpretaciones fue aceptado ampliamente por la sociedad de su tiempo, no veo la razón para no valorarlo en nuestros días y reprimir su difusión», explica Violeta Izquierdo, profesora de movimientos artísticos contemporáneos de la UCM.

«Es una irracionalidad provocada por un puritanismo absurdo. Son ideas retrógradas, regresivas y represivas que en pleno siglo XXI deberíamos tener totalmente superadas. En el arte tiene que primar la libre expresión siempre, aunque sea políticamente incorrecto o no nos guste», opina Mercedes Rozas. «El arte no puede estar al azar de un político, de un moralista o de un maniático», añade.

Sociedad conservadora

Para el pintor Joaquim Falcó esta represión se debe a un retroceso que ha sufrido la sociedad actual en cuanto a libertades por culpa del Gobierno de algunos países conservadores. «Si Rubens viviera, se echaría las manos a la cabeza. No entendería que la sociedad moderna esté censurando sus obras por mostrar anatomía, la realidad del ser humano. Yo, si tengo que hacer un desnudo, lo hago, es un tema como otro cualquiera», cuenta. «Facebook como entidad privada puede poner las normas que le dé la gana pero en cuanto a las obras de arte se equivoca. No podemos estar con esos baremos de la Edad media, cualquier persona con un poco de sentido común entiende que no es lo mismo la obra de Rubens que la foto de cualquier usuario en pelotas», dice Falcó.

La Casa Museo de Rubens no puede renunciar a Facebook, ya que considera que la plataforma es una buena herramienta para promocionarse como destino turístico utilizando como gancho el arte. Por eso ha invitado a los directivos de la red social a visitar Flandes para tratar el tema, aunque Violeta Izquierdo cree que «la visita se trata más de una labor de márketing que otra cosa» y que «bastaría un poco de sensibilidad artística para entender lo innecesario de la polémica generada y solucionar rápidamente esta situación con la publicación de las imágenes sin veladuras».

Una contradicción

El tema resulta paradójico ya que, según las reglas de Facebook, las obras de arte sí pueden incluir desnudos en sus publicaciones, o eso aseguran sus directivos. «Restringimos algunas imágenes de pechos femeninos que incluyen el pezón, permitimos otras, incluidas aquellas que representan actos de protesta, mujeres dando el pecho y fotos de cicatrices de mastectomías. También autorizamos fotografías de pinturas, esculturas y otras obras de arte donde se muestren figuras desnudas», puede leerse en uno de los anexos de sus normas comunitarias pero parece ser que los artistas flamencos no son del gusto de la compañía de Mark Zuckerberg.