Atentado patrimonial

CULTURA

06 ago 2018 . Actualizado a las 19:21 h.

Entre las maravillas que exhibe la fachada de Platerías se encuentra la escultura del rey David, tañendo su viola con el arco, regalándonos el «acorde secreto» que nos cantó Leonard Cohen en Hallellujah. Al otro extremo de la doble puerta, uno de sus compañeros iconográficos ha sido objeto de un ataque vandálico perpetrado, aparentemente, por un melómano, que ha pintado el mármol románico con tosca mano los rasgos y nombre de un conocido grupo de hard rock. Se trata de un atentado patrimonial en toda regla: ¿a quién se le ocurriría desfigurar la obra de los artistas del siglo XII, que nos comunica directamente con ese tiempo primero de la catedral, un rostro que nos sitúa frente a frente con los que levantaron la catedral? A nadie que le interese ni el arte ni tampoco la historia; alguien, por supuesto, sin el menor sentido común. Y, pese al pretendido homenaje musical, alguien con nula sensibilidad, también por la música. Ya lo anunciaba el propio Cohen en su canción: «No te importa demasiado la música, ¿verdad?». Hay quienes tienen una obra maestra y no son capaces de verla, igual que hay quienes declaran su fervor musical y desafinan sin perdón.