John Verdon: «El racismo en EE.UU. es un ejemplo de la tribalización que estamos viviendo»

núria martínez MADRID / LA VOZ

CULTURA

Javier Lizón / efe

El autor americano vuelve a poner en acción a David Gurney con la novela «Arderás en la tormenta»

11 jun 2018 . Actualizado a las 17:02 h.

Superventas en España, el escritor estadounidense de thrillers John Verdon (Nueva York, 1942) ha vuelto a poner en acción a David Gurney en su sexta novela. Arderás en la tormenta vuelve a dar protagonismo al famoso detective y a su mujer, Madeleine, con una temática más actual que nunca: el conflicto racial y las fake news.

-Acaba de publicar su sexta novela en la que aparece David Gourney. ¿Cómo ha evolucionado el personaje a lo largo de todo este tiempo?

-Creo que ha evolucionado de una manera que yo no había planeado previamente. No es un personaje estático y va cambiando con los acontecimientos de cada novela. En la primera novela era la adaptación de Gourney con el nuevo entorno, intentando limar asperezas con su mujer. Se trataba de poner un poco en orden la vida de Gourney. Concretamente, en los dos primeros libros tenía más conflictos con su esposa. En los últimos los ha ido solucionando. Cuando pienso en la evolución del personaje lo relaciono con la manera que ha evolucionado la relación con su mujer.

-¿Cómo es la relación con Madeleine? ¿Cómo ha cambiado?

-No es una pareja que intenta ir al unísono o que intenta hacerlo todo conjuntamente. Se trata más de un respeto hacia lo que hace uno y el otro. Llevan 25 años de matrimonio y ella fantaseaba con que cuando Gourney estuviera jubilado irían a vivir al campo. Soñaba con llevar otro tipo de vida que parece que nunca va a llegar. Los dos han tenido que aprender a acomodarse el uno al otro.

-En la novela habla del conflicto racial, un tema clave ahora mismo en Estados Unidos. ¿La obra pretende ir más allá y ser una crítica social? ¿O solo pretende ser una novela negra?

-Nunca fue mi motivación. La crítica social va mucho más allá del tema principal de la novela, que es el crimen que sucede.

-¿El conflicto racial que está sufriendo su país es uno de los temas que más le preocupan actualmente?

-De alguna manera, el racismo en Estados Unidos es un ejemplo de la tribalización que estamos viviendo. La gente cada vez se aísla más. Al principio, Internet era un sitio que pretendía acercar a la gente. Al final se ha convertido en un resort en el que se crean grupos que se distinguen de otros grupos. Consecuentemente, se crea una rivalidad. El racismo no viene de ahora, lo que vemos ahora es una versión actual del problema de estos años. Pero también hay más problemas políticos como las fake news. Antes, para asegurarte de si algo era cierto leías el New York Times. Ahora parece que sea el enemigo. Sinceramente, no le veo solución.

-El otro tema de actualidad de su novela son las fake news. ¿Es otra de sus grandes preocupaciones? ¿Cree que cada vez irá a peor?

-No creo que vaya a mejor. Al final, parece que cierta gente solo inclina a leer ciertas noticias, sean verdad o no. Parece que la gente solo consume lo que quiere escuchar. Allí se abre una puerta en la que el problema se hace más grande.

-La manipulación no es algo nuevo. Lo que lo es más es la invasión de las «fake news». ¿Eso le da miedo?

-No solo me da miedo, sino que es muy revelador de la naturaleza humana. Hay un gran poder en lo que la gente quiere creer. Nadie va a ser convencido de algo que no quiere ser convencido. Lo que es difícil de entender es lo que la gente consume en los medios. Se preocupan más de leer las noticias que tienen ganas de leer que de si son ciertas o no.

-¿Por qué cree que cada vez se está haciendo más grande este círculo?

-Nos hemos convertido en personas muy adictas a los medios y esto no es bueno. A lo mejor el periodismo no siempre ha sido fiable. No obstante, ahora en muchas ocasiones se sirve solo aquello que la gente quiere escuchar. Y se añade la dependencia con los móviles. Me preocupa mucho. En las calles de Nueva York la gente se da un porrazo con la pared porque camina mientras mira el teléfono móvil. Yo veo parejas que van a comer a un restaurante y no se hablan, porque solo están mirando el móvil.

«Estoy pensando seriamente en escribir el séptimo libro»

Especializado en la novela negra, Verdon tiene sin duda su personaje fetiche: David Gourney. Acaba de publicar su sexto libro y ya está pensando en el séptimo. Confiesa que si algo tiene claro es que Gourney y Madeleine van a seguir siendo los protagonistas.

-Usted define a Gourney como su alter ego mejorado. ¿Cuánto de John Verdon hay en su personaje estrella?

-Los dos pensamos mucho, los dos somos abstractos. Los dos tenemos atracción en saber cómo encajan las cosas. Qué patrón se sigue, como se ha llegado hasta allí. Y lo mismo le pasa a Madeleine con Naomi. Si vamos a pasear por el bosque y vemos un árbol nos preguntamos cómo ha llegado hasta allí. En cambio, tanto Madeleine como Naomi pensarían que es muy interesante y que qué hojas más bonitas tiene. Ellas son más específicas y ellos son más de generalidades.

-Ha publicado su sexto libro. ¿Ya está trabajando en el séptimo?

-Estoy pensando seriamente en escribir el séptimo libro. He empezado con las notas y he empezado a concebir el crimen. Ahora, está por decidir si es suficientemente magnético para que realmente lo lleve a cabo. Mi mujer quiere que escriba otro. No porque le interesen mucho mis libros, sino porque cuando escribo libros estoy alejado de comprar tractores y herramientas. Y no contemplo escribir sin David o Madeleine.

-Sus novelas gustan mucho en España, considerablemente más que en otros países. ¿Por qué cree que ha despertado este interés entre el público español?

-No tengo ni idea. Los lectores españoles son más listos [risas]. En los países que más vendo son España, Turquía, Israel, Grecia, Bulgaria, Japón y en Finlandia. Lo que sí que sé es que los autores populares en Estados Unidos no lo son en España y viceversa. Por ejemplo, James Patterson es el que más vende en Estados Unidos. En cambio, en España no vende nada. Cuando pregunto en las librerías españoles cuántas copias han vendido de Patterson me preguntan quién es este escritor.