El Teatro Español aplaude el Valle del CDG «Divinas palabras Revolution»

NÚRIA MARTÍNEZ MADRID / E. LA VOZ

CULTURA

Ana Garcia

Ni la heterodoxia del montaje ni la obra en gallego disuaden el disfrute del público madrileño

27 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Representada en gallego con sobretítulos en castellano, Divinas palabras Revolution ha desembarcado en el Teatro Español de Madrid, donde ha logrado una gran acogida. A pesar de que el Teatro Español se caracteriza por acoger representaciones mayoritariamente clásicas, el montaje del CDG (Centro Dramático Galego) ha seducido a un espectador ávido de novedades, dispuesto a ver a un Valle-Inclán modernizado, en una versión que no se amilana ante la importancia de la pieza, Divinas palabras, uno de los textos centrales en la historia de la dramaturgia española. «No hemos notado mucha diferencia entre Madrid y Galicia: el público disfruta prácticamente igual», apunta uno de los encargados de la adaptación de la pieza y actor, Manuel Cortés, que opina que no supone hándicap alguno el hecho de que la obra se represente en gallego.

Para Cortés, las reacciones del público han sido similares en ambos sitios: «Hay gente que sintoniza enseguida con la propuesta, pero también hay otra que espera otra cosa y se va. Siempre nos encontramos un porcentaje de gente que abandona la obra porque se había imaginado que encontraría otra cosa», insiste el actor, que asegura que esto también ha pasado en su gira por Galicia. En ese sentido, asegura que lo asumen como «algo normal». Esto es teatro, claro. Antes de llevar la obra a Madrid, ya se había hecho en diferentes localidades gallegas y la acogida había sido, en líneas generales, muy buena.

Nadie queda indiferente

Una vez en la capital española, el actor asegura que ya eran conscientes de que el texto de Valle-Inclán era muy respetado en Madrid y que había público que quería ver su versión modernizada. Lo mismo opina el director del montaje, Xesús Ron, que defiende el riesgo de la apuesta: «La obra no deja indiferente a nadie. Nos hemos encontrado gente entusiasta diciendo que por fin han visto a Valle-Inclán de verdad y otra gente que no ha aguantado hasta el final», admite.

En este sentido, opina el director, Valle-Inclán se ha representado tradicionalmente «con exceso de respeto», dejando muy poco margen para el cambio. «Es una figura sacralizada desde el ámbito académico y siempre se ha representado de la misma manera», corrobora Ron, que apunta que ellos lo han «acercado sin prejuicios». Tal y como anota, su práctica habitual no es trabajar con clásicos y, consecuentemente, han procurado «tratar de entender la obra y trasladarla a un público de hoy». «Hemos intentado traer la historia a la actualidad, pasando de ese ambiente rural del siglo XX a un plató de televisión», explica el director, en un reality show que considera que tiene similitudes a las vivencias de una aldea.

En tanto que no se consideran expertos en clásicos, su versión va dirigida, entre otros, a un público desconocedor del universo de Valle-Inclán. «Nuestra experiencia nos ha demostrado que es un autor que puede interesar a cualquier espectador», apunta Ron, que añade que su intención final es que, después de asistir a la función, el espectador tenga ganas de leer el texto original.

A pesar de que han adaptado la obra al siglo XXI, el director calcula que han respetado aproximadamente un 70 % de la pieza original. Tanto es así que una de las actrices del elenco y miembro de la compañía Chévere, Patricia de Lorenzo, asegura que la verdadera prioridad es «conectar con el público no experto». «El trabajo está hecho con honestidad y me gusta cuando el público es capaz de ver esto», apunta De Lorenzo, que añade que en sus proyectos siempre tienen «presente al espectador».

Hecho en Galicia

Como actriz de la obra, celebra que esta se represente también en Madrid. «De esta manera sentimos que mostramos la labor que se hace en Galicia», señala De Lorenzo, que añade que a veces se ve lo que se hace en tierras gallegas «como algo extranjero». Por ello, asegura con orgullo que no ha percibido ningún inconveniente ni prejuicio en el público por el hecho de que la obra esté en gallego. «Es toda una oportunidad para los espectadores», concluye.

Divinas Palabras Revolution alcanza esta tarde su última función en el Teatro Español.