Whitney Houston fue agredida sexualmente cuando era niña

CULTURA

CESAR QUIAN

Un explosivo documental, dirigido por Kevin Macdonald y presentado este jueves en Cannes, revela una nueva perspectiva de la historia de la diva

18 may 2018 . Actualizado a las 07:42 h.

El 11 de febrero del 2012, Whitney Houston fue encontrada sin vida en la bañera de su habitación del hotel Beverly Hilton, en Los Ángeles. Tenía 48 años y, hasta esa noche, víspera de los Grammy, una vida extrema de luces y sombras, de rosas y obstáculos en el camino. La diva, pez en el agua sobre el escenario, fue incapaz de gestionar su vida a ras de suelo antes y sobre todo después de contraer matrimonio con el también cantante Bobby Brown en 1992. La espiral de violencia, drogas y alcohol, de la que nunca logró emerger, acabó por apagar su voz. Hoy, sin embargo, sabemos que el pozo comenzó a succionar mucho antes, ya en sus primeros años de vida.

Whitney, hecha documental, ha revolucionado Cannes. La pieza, firmada por Kevin Macdonald y presentada este jueves en el festival cinematográfico francés, aporta una nueva perspectiva de la vida de la leyenda del pop, con testimonios que, entre otras cosas, revelan que fue agredida sexualmente durante su infancia por su tía, la cantante de soul Dee Dee Warwick.

Hasta dos fuentes distintas -los 120 minutos de película recogen las declaraciones de unas 40 personas- confirman que Whitney Houston les confesó que Dee Dee, 18 años mayor que ella, había abusado tanto de ella como de su hermano cuando ambos eran niños. Después de aquellos episodios, la artista -desliza el documental- no fue capaz de aceptar su verdadera orientación sexual y, durante años, obligó a su hija a acompañarla en todas sus giras para que nadie pudiese tocarla.

Despertaron pronto los demonios: sus padres se divorciaron jóvenes, después de que su madre mantuviese una aventura con el pastor de su iglesia. La separación obligó a Whitney y a sus dos hermanos a saltar de casa en casa, viviendo intermitentemente con familiares varios -fue en esa época cuando los pequeños sufrieron los abusos-, y a estirar hasta lo insostenible su propio matrimonio para evitar repetir patrón. No quería, bajo ningún concepto, ser como ellos. 

Autorizado por la familia, el documental -fuera de competición- repasa a través de grabaciones y fotos inéditas la compleja relación que mantuvieron durante el despegue de su carrera Whitney y su madre, una exigente y ambiciosa mujer que, sin embargo, catapultó a la artista con su empuje y tesón hasta la mismísima cima. Su obstinación resultó cara en lo personal: a los 18 años, Whitney puso distancia y se fue a vivir con su mejor amiga, Robyn Crawford, otra de las grandes protagonistas del trabajo de Macdonald en el que, por cierto, se negó a participar. 

Varias testimonios aseguran en Whitney que las dos amigas fueron pareja hasta que Bobby Brown apareció en la vida de la artista. Ella, sin embargo, no solo no lo reconoció en ningún momento -mantenía relaciones con hombres públicamente, pero en la intimidad siempre estuvo Crawford, responsable además de su despampanante imagen de cara a la galería-, sino que directamente nunca llegó a asumir su homosexualidad, atormentada por ello durante el resto de sus días

Con Brown el suplicio se multiplicó. Con su carrera estancada, el cantante de hip-hop, resentido, frustrado y celosísimo, la emprendió a golpes con su mujer, convirtiendo sus violentos arranques en rutina. Se sumaron al calvario grandes dosis de estimulantes y alcohol, y una compleja relación con su propia hija Bobbi Kristina quien, siete años después de la muerte de Whitney apareció sin apenas pulso ahogada en una bañera. Falleció tras pasar seis meses en coma. No querían repetir patrones. Y lamentablemente, al final, tuvieron dos tazas.