Jaime Pablo Díaz: «Me encantan las verbenas»

CULTURA

Pinto & Chinto

El bailarín y director de Nova Galicia de Danza tiene dos profundos ojos azules que lo dominan todo cuando uno se encuentra en su radio de acción

15 may 2018 . Actualizado a las 08:25 h.

Jaime Díaz (Ferrol, 1968) tiene dos profundos ojos azules que lo dominan todo cuando uno se encuentra en su radio de acción. Hablamos en una cafetería de A Coruña, cerca del estudio donde el bailarín y empresario prepara una nueva gira con su espectáculo Son que le llevará, en primer lugar, a Israel.

-¿Cómo se metió en la danza?

-Estaba de paseo con una amiga de mis padres que iba a apuntar a sus hijas a baile gallego. Yo tenía 6 años y, cuando vi aquello, me quedé tan sorprendido que le pedí que me apuntara a mí también. Esta señora siempre me dice: «¿Cómo no te iba a apuntar? Si es que ibas caminando por la calle e ibas bailando».

-A partir de ahí ya vio el camino.

-Bueno, aparte de bailar también corría. Maratones. Llegado el momento tuve que decidir y a los 16 vi el ballet Rey de Viana en la tele y me quedé fascinado. Fui a hacer una prueba a A Coruña y a la semana siguiente ya estaba ensayando con vestuario. A partir de ahí ya empecé a estudiar danza en serio.

-Se identificará con Billy Elliot.

-Bueno, la historia de Billy Elliot es muy dura, sobre todo su entorno. Para mí el baile era todo alegría. Mis padres siempre me insistían en que tenía que estudiar. Yo les decía que ellos estaban buscando su felicidad y no la mía, que debían confiar en mí. Cuando estrené en Madrid en 2003 mi primer espectáculo, se emocionaron. [Ahora es Jaime quien se emociona recordando a su padre que, aclara, falleció recientemente]

-¿Cree que ese estigma ya se ha superado, que un niño puede estudiar danza sin tener que escuchar comentarios?

-No. Creo que la sociedad sigue siendo supermachista. Tal vez ahora sea algo más fácil que cuando empecé yo, pero la sociedad sigue muy anclada en lo que tiene que ser un hombre.

-La danza no tiene mucho apoyo...

-Porque no hay un trabajo de difusión. En Galicia hay gente muy buena y se hacen cosas maravillosas, pero no se difunde. Cuando tienes éxito fuera, sí, pero si estás aquí... aquí cuesta.

-¿Hay público para la danza?

-Sí, sí que hay. Los teatros se llenan.

-Y usted, físicamente, se tendrá que cuidar mucho.

-La verdad es que hay que ser muy constante. Yo hago de todo; siempre digo que soy como una navaja suiza, pero de los chinos. Todo es perseverancia.

-Usted ha actuado por medio mundo. ¿Qué le ha sorprendido?

-Pues recuerdo una actuación en Shanghái, porque allí son muy reacios a mostrar sus emociones o a que bailen juntos dos hombres. Estaba algo inquieto, a la expectativa, pero se llenó el recinto. Y, cuando empezó a llover, lo que ocurrió es que se llenó todo de paraguas, pero nadie se movió. Fue muy bonito.

-¿Y quién le ha conmovido con el baile?

-Akram Khan, que es un coreógrafo hindú que trabaja en Londres y hace un trabajo maravilloso. Me encantaría trabajar con él.

-Mire, ¿también baila en las verbenas?

-Me encantan las verbenas. Cuando éramos chavales, mis amigos iban siempre para aquí y para allí, pero yo estaba todo el rato bailando.

-Y del reguetón ¿qué me dice?

-Son modas. Yo no lo entiendo y no me gustan esas letras tan machistas, no hace mejor a la sociedad. Lo bueno que tiene es que, con esas bases rítmicas, cuando bailas, nunca llegas tarde.

-Además de bailar, ¿qué le gusta hacer?

-Surf. Cuando puedo, lo practico. Yo aprendí en Pantín con una tabla de madera.

-¿Se lleva la tabla de gira también?

-No, no. Cuando vamos de gira hay mucho trabajo y aprovecho para conocer a otros coreógrafos, hacer una conexión cultural.

-¿Cuál es el lugar que más le ha impresionado?

-El Machu Picchu. Es un lugar en el que se respira una paz enorme.

-De todos estos: Rajoy, Rivera, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, ¿a quién le ve menos garbo?

-A Rajoy. Es un tronquito.

-Defínase en pocas palabras.

-[Se bloquea y recibe una llamada. Entonces le pide al interlocutor que lo defina y me traslada la respuesta] Dice que soy un Peter Pan. Debe ser porque me ve la parte soñadora. La verdad es que a veces los bailarines me dicen que estoy un poco loco.

-¿Celta o Dépor?

-Dépor. Hubo un tiempo en el que iba al campo con frecuencia. Ahora lo hago menos.

-¿De qué se arrepiente?

-[Nuevo bloqueo] Quizás de no decirle a mis padres lo que siento por ellos.

-Una canción.

-É isso aí, de Ana Carolina e Seu Jorge.

-Está a punto de cumplir los 50: ¿qué cree que es lo más importante en la vida?

-La felicidad. Estar agradecidos por cada mañana y disfrutarla como si fuera la última.