Las obras de la exposición «¡Mírame!» cuestionan los cánones del retrato

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

El MAC acoge una muestra con piezas de la colección de la Caixa creadas en el tránsito entre lo analógico y lo digital

11 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los géneros más antiguos del arte, el retrato, protagoniza la nueva exposición del Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa (MAC) que lleva el imperativo por título de ¡Mírame! Y para mirar, con calma, están las casi 40 obras de una muestra en la cual «pinturas, fotografías, esculturas, vídeos, dibujos e instalaciones forman un laberinto de miradas que invita a los espectadores a reflejarse ellos mismos en el espejo social de los retratos». Esto destacan los organizadores, el MAC y la Obra Social la Caixa. A la colección de arte contemporáneo de esta última entidad pertenecen las obras expuestas, unos fondos que arrancan en los años 80 y llegan hasta creadores actuales.

Destacan los organizadores que la muestra «se sitúa en ese momento de transición entre lo analógico y lo digital, conjugando pintura con fotografía y vídeo». Por ello, «la mayor parte de los artistas ponen a prueba los cánones normativos del género del retrato cuestionando convencionalismos y replanteando la noción de verdad».

La exposición, comisariada por Nimfa Bisbe, jefa de las colecciones de arte de la Caixa, «no ha sido concebida como una galería de retratos, sino como un laberinto de miradas que interrogan sobre cómo nos vemos y nos construimos». Y es que la dimensión existencial inherente al retrato ha ido cambiando a lo largo de la historia y «actualmente experimentamos su apoteosis con las tecnologías digitales y las redes sociales, que ponen de manifiesto no tan solo el narcisismo que caracteriza a nuestra época, sino también nuevos sistemas visuales».

Cuatro apartados temáticos

La muestra, que estará abierta hasta el 30 de septiembre, está dividida en cuatro apartados temáticos. En La emoción a escena puede verse cómo la fotografía y el vídeo han marcado un cambio en el retrato pasando de lo introspectivo a la fascinación por la propia imagen, algo que ha llevado a artistas como Roni Horn o Esther Ferrer a mostrar una sucesión de emociones de un mismo rostro «como metáfora de la identidad múltiple del sujeto contemporáneo», describen los organizadores.

La mayoría de las creaciones del apartado Las convenciones de la identidad afrontan la complejidad de la identidad y su representación y en el mismo se han reunido «aquellas obras que cuestionan convenciones culturales de género y raza».

M. Folch

En la sección Máscaras y otras ficciones pueden verse trabajos como el de Navarro Baldeweg que retrata un máscara que vuelve invisible a su portador o la de Jean-Michel Basquiat, que representa la careta negra con la que se ha identificado la sociedad racista. Finalmente, La memoria del rostro muestra cómo la creación contemporánea se ha apropiado con frecuencia de archivos fotográficos para convertirlos en una obra de arte, algo de lo que es un ejemplo Christian Boltanski que ha reciclado las fotografías del año 1987 procedentes del periódico El caso que ocupan dos paredes del MAC.