La nostalgia rescata la casete del olvido

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Artistas globales como Kylie Minogue o Taylor Swift lanzan ya sus novedades en el viejo formato, mientras se reeditan títulos clásicos en una tendencia que crece

07 may 2018 . Actualizado a las 08:05 h.

Golden de Kylie Minogue es uno de los discos pop de la temporada. Se lanzó el pasado 6 de abril con una peculiaridad. Además de las ediciones en cedé, vinilo y descarga digital, se ofrecía en casete. En la página web de la artista se habilitó una opción de preventa. Y la sorpresa en su compañía fue total. La cinta de carcasa dorada hizo valer su condición de fetiche y se agotó rápidamente. Se trataba de una tirada de 4.000 copias, que ahora ya se puede ver revalorizada en las webs de segunda mano.

El de Kylie es el último toque de atención que la casete da para confirmar que ha vuelto. Si se toma como referencia el 2000 como el año de su caída, con la irrupción de Napster y la popularización de las grabadoras de cedés, se puede decir que el ciclo de 20 años con el que suele funcionar la nostalgia está a punto de cumplirse. La tendencia retro actual se encarga de poner el marco perfecto al regreso.

En cualquier caso, la vuelta de la casete no se debe fechar en el 2018. A nivel independiente se trata de un formato que se estilaba en las escenas punk, hc e industrial. En el indie también. Tiendas londinenses, como la mítica Rough Trade, contaban ya en la década pasada con una sección propia. En el 2013 se instauró el Casete Store Day, un día en el que se lanzan ediciones especiales en cinta. Emula al Record Store Day, centrado en el disco de vinilo y cedé. En la primera edición se recuperaron medio centenar de trabajos. Entre ellos, The Terror, de The Flaming Lips, o Monomania, de Deerhunter.

En años posteriores se amplió el abanico, incluyendo a grupos de mayor proyección como Muse, Green Day o Motörhead. En el 2017, por ejemplo, The White Stripes rescató sus tres primeros álbumes (White Stripes, De Stijl y White Blood Cells) para esta celebración. Y, ya fundiéndose con el Record Store Day, el pasado mes de abril el clásico Back in Black de AC/DC volvía a ver la luz en cinta magnética.

«Guardians of the Galaxy»

El público de la casete no llega siempre a ella por nostalgia. Entre los más jóvenes se produjo un pequeño fenómeno de reivindicación con la banda sonora de Guardians Of The Galaxy. En la película su protagonista escucha en un walkman a David Bowie o los Jackson Five. Muchos quisieron replicarlo. En el 2017 se vendieron 15.000 copias del primer volumen y 19.000 del segundo, solo en Estados Unidos. Son los picos de un top-ten en el que aparecen Purple Rain (Prince) o Nevermind (Nirvana), con 2.000 ejemplares vendidos cada uno.

Otro empuje lo generó la serie 13 Reasons Why (Por 13 razones), que aborda el acoso escolar y que obtuvo gran éxito entre los jóvenes. El personaje principal graba en varias cintas los motivos que le llevaron a suicidarse, obligando a sus compañeros de clase a recuperar los walkman perdidos para poder escucharlas.

En medio de este contexto, las cifras certifican ese inesperado repunte de ventas, que ha crecido un 43 % en el 2017. Se trata en todo caso de números muy lejanos de lo que supuso el mercado de los ochenta y noventa. Pero constatan que la casete se ha ganado un hueco en ese paradójico espacio en el que lo moderno suele ser, en realidad, lo antiguo.

«Editar hoxe unha cinta ten un compoñente romántico»

En Galicia también se lanzan casetes en la actualidad. No lo hacen Iván Ferreiro, Luz Casal o Andrés Suárez, pero sí artistas del underground enamorados de ese formato, como Monstruo, Dois o Travesti Afgano. Atrás Tigre es uno de ellos. Debutaron en el 2016 con una cinta homónima, en la que volcaron los temas que se pueden escuchar gratuitamente en Internet. «O selo que nos edita ten vocación analóxica e nos fixo a proposta. Non houbo moito máis que falar, facíanos moita ilusión debutar así», explica Pedro Solla, voz y guitarra del grupo compostelano.

Esa pequeña discográfica, Triunvirato, tiene claro que jamás sacará cedés. Lo dice Alba Cociña, una de sus responsables: «Nos encanta la inmediatez de la cinta y, además, es un objeto que la gente puede comprar como recuerdo». Por su parte, Pedro ve en ella algo sentimental: «Editar hoxe unha cinta ten un compoñente romántico para os que nos incorporamos á música con formatos artesanais. A casete ten moi boa narrativa e creo que produce certa sensación de misterio para os máis novos».