Un cascanueces de una torneira estradense llega al Tate Modern

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

CULTURA

La artesana ha reinventado además el plato de pulpo tiñéndolo de colores vivos

20 mar 2018 . Actualizado a las 12:39 h.

Un cascanueces de tornillo fabricado en A Estrada ha acabado en el Tate Modern de Londres. En la tienda de recuerdos del Museo Nacional de Arte Moderno ha conseguido colarse este instrumento de madera reinterpretado por la torneira Isabel Neira Neira. En versión prisma, con tornillo para hacer ceder la cáscara, la pieza es pura tradición. Pero Isabel ha convertido el prisma en un cilindro, una de las figuras geométricas que más ha dado de comer a los torneiros de Berres (A Estrada).

En la parroquia estradense existe una tradición secular de tornería que ha puesto patas y pomos a los muebles de media Galicia y ha hecho de los platos de comer el pulpo un arte y un oficio. Sin embargo, en tiempos en que en mobiliario se impone la línea recta y el menaje tradicional gallego se fabrica fuera a precios de risa, sobrevivir es cuestión de ingenio.

De más de medio centenar de talleres de tornería que funcionaban en Berres en los noventa, no quedan ni media docena. Uno es el de Isabel, una licenciada en Química felizmente reciclada en torneira. «Vocación docente non tiña e de comercial tampouco. Como non tiven a oportunidade de entrar nun laboratorio, pedinlle a meu pai que me ensinase a tornear», recuerda. Así se convirtió en la primera y única mujer torneira de la zona. Y puede que de Galicia. «A muller estivo sempre no taller, pero lixando ou levando as contas, nunca á fronte do torno», explica Isabel.

José Neira estaría orgulloso de su heredera. Su cascanueces fue elegido por la Fundación Artesanía de Galicia para una exposición internacional y, desde ahí, logró colocarse en Momosan, una tienda londinense de artesanía. A este establecimiento recurrió el Tate para nutrir la tienda de su museo. El cascanueces en madera de fresno de Atalanta -la firma con la que Isabel comercializa sus diseños- se ganó un estante.

No es el único artilugio que ha reinventado. También colorea los platos de pulpo de fucsia o azul eléctrico y crea piezas especiales de menaje que se empiezan a ver en los restaurantes gallegos.