Vitriolo es ácido sulfúrico, un potente corrosivo, como sabe todo quisque. Usado en cine equivaldría a humor negro destilado, popularmente mala uva… inteligente. Tratándose de eso, es necesario que la uva sea también divertida. Y la británica Sally Potter se pone la bata de analista de la sociedad de su país para inyectarnos vitriolo en vena, con la inequívoca pretensión de que nos partamos de risa, pese a que nos cuenta un drama encubierto sobre un variopinto grupo humano de genuina clase media british. Realmente es un muestrario al que viste con actores en estado de gracia, sin renunciar a un aire teatral en cuanto a manejar un espacio único -el salón de casa y estancias contiguas- en el que durante poco más de una hora asistiremos a la peripecia vital de unos personajes que comienzan siendo una cosa y acabarán siendo otra, además sin posibilidad de retorno. A una política a la que acaban de nombrar ministra de Sanidad se le ocurre celebrarlo organizando una fiesta en su casa e invitando a sus amigos de confianza, que todos se alegran mucho, o casi...
En principio todo arranca, más o menos, con normalidad hasta que irrumpe el vestido por Cillian Murphy, y a partir de ese momento todo se va desmoronando. Desmoronando o aclarando, depende cómo se mire. Si en cuanto a guion, trufado de diálogos medidos e incisivos, Potter vapulea la política, la sanidad, los intelectuales, el dinero, la fidelidad, el sexo y lo que te rondará, en lo formal elige el blanco y negro, quizá entonando con la anotada negrura de su humor, y una cámara muy suelta y muy libre, a lo Dogma 95, obviamente salvando las distancias -aunque reluciendo el pasado experimental de la autora-. Claro que hay diferente grado de desarrollo en los tipos, como también los hay felizmente pasados de vueltas (el caso de Spall), pero la faena queda bien redondeada sin excluir un cierre sorprendente. El ocasional uso de la música a través de un tocadiscos, con temas precisos, es otro aporte creativo de agradecer. La autora, a punto de la setentena, demuestra gozar de muy buena salud creativa.
«THE PARTY»
Gran Bretaña, 2017.
Directora: Sally Potter.
Intérpretes: Kristin Scott Thomas, Timothy Spall, Emily Mortimer, Patricia Clarkson, Cherry Jones, Cillian Murphy, Bruno Ganz.
Comedia.
71 minutos.