Iván Ferreiro: «Confiamos mucho en nuestras canciones»

Jorge Lamas Dono
Jorge Lamas VIGO / LA VOZ

CULTURA

Álvaro Vaquero

El músico de Nigrán construyó su carrera actual en compañía de su hermano Amaro

22 ene 2018 . Actualizado a las 12:00 h.

«Tiramos de la precariedad y de la necesidad para poder construirnos una carrera», dice Iván Ferreiro para referirse a cómo afrontó, junto con su hermano Amaro, el inicio de su carrera en solitario tras la disolución de Los Piratas. Canciones para el tiempo y la distancia fue en el 2005 la tarjeta de presentación del músico de Nigrán, tras vivir el lánguido final de su exitoso grupo anterior.

Durante varios meses del año anterior, Iván y Amaro se convirtieron en As Ferreiro e inventaron un músico, denominado Rai Doriva, para tocar todas las semanas en un pub de Vigo. «Tras aquello nos fuimos a grabar; teníamos ocho canciones escritas, la versión de Julio Iglesias (Abrázame) y de Canciones para el tiempo y la distancia solo teníamos el título y la música, pero decidimos no escribirla hasta estar en el estudio», recuerda el cantante.

Aquella reactivación musical se produjo en una casa de turismo rural de Fisterra. Eso sí, con la oposición del productor, Suso Saiz, y del ingeniero, Rosillo, que no comprendían el rechazo de Iván a grabar con más medios. «Teníamos bastante claro cómo debía ser el disco, queríamos que sonara bastante crudito», explica. «Teníamos la opción de grabar en un estudio bueno porque Warner estaba apoyándonos bastante, pero nosotros tomamos la tangente; nos pareció que era más honesto grabarlo nosotros, con nuestros medios, y conseguir un sonido más pobre, digamos, pero con otro carácter. Creo que fue uno de los aciertos del disco porque lo desnudamos de arreglos debido a que confiábamos mucho en las canciones que teníamos», dice satisfecho Iván Ferreiro. «Eran diez canciones que se podían tocar casi como hacen las monjas, y eso era lo que más nos gustaba del disco, el hecho de que los temas se sostenían bastante solos», añade.

Tras quince días en Fisterra, donde grabaron las guitarras, las voces y las baterías, los músicos y el equipo técnico se trasladaron a un estudio convencional, para alegría de Rosillo, donde se añadieron los bajos y los teclados. «Disfrutamos mucho grabando ese disco», reconoce Iván Ferreiro.

Sin duda, Canciones para el tiempo y la distancia supuso la exitosa presentación en solitario del cantante de Los Piratas, pero también llevó añadido el descubrimiento para el público en general de un gran compositor, Amaro Ferreiro. «Él hace canciones maravillosas desde que tenía 15 años, por eso no lo dudé ni un segundo; en cuanto vi cómo estaba la situación tuve muy claro que Amaro era mi compañero de viaje y se lo hice ver inmediatamente», recuerda Iván.

Amaro Ferreiro acababa de licenciarse en Derecho, pero sucumbió a la propuesta de su hermano. «Yo le dije que ser abogado a lo mejor no era tan buena idea, que igual molaba más que nos fuéramos por ahí a tocar», apunta Iván. «Amaro fue muy valiente porque además no tenía ninguna experiencia de giras ni de un directo, así que a partir de ahí se hizo como un entrenamiento brutal, como los que empiezan el año en el gimnasio. Su evolución es espectacular», concluye el músico.

Desde entonces se sucedieron los discos hasta llegar a la última entrega, Casa, que salió al mercado el pasado año. Por su parte, Amaro también publicó un elepé en solitario.