El día que Bram Stoker entrevistó a Conan Doyle

Xesús Fraga
x. fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

El volumen «Mis libros» reúne los ensayos, conferencias y otros textos del creador de Sherlock Holmes sobre literatura

24 dic 2017 . Actualizado a las 08:29 h.

Drácula y Sherlock Holmes son dos de los personajes más populares de la literatura universal. No es de extrañar, por tanto, que ambos se hayan enfrentado en pastiches y homenajes, tanto narrativos como de cómic, o que los creadores de la exitosa serie sobre el detective, Steven Moffat y Mark Gatiss, están desarrollando otro proyecto audiovisual, esta vez sobre el vampiro.

Pero si estos encuentros se han dado en el terreno de la ficción, los creadores de ambos personajes, Bram Stoker y Arthur Conan Doyle, sí tuvieron ocasión de conocerse en la vida real. El norteamericano entrevistó al británico en su casa de Surrey, en un paisaje que a Stoker le recordaba un cuadro de Turner. A pesar de que el texto resultante fue una «síntesis», como la denominó Stoker, de una larga conversación, en realidad repasa minuciosamente la carrera del autor de Estudio en escarlata, desde sus antepasados, su educación, sus inicios literarios y el hallazgo de Holmes, aventuras a bordo de balleneros o en la costa de África... un documento excepcional que concluye además con una primicia: el anuncio de boda del viudo Conan Doyle con Jean Leckie: «Soy el hombre más afortunado del mundo». 

Escritor y lector

La entrevista es uno de los textos que reúne el volumen Mis libros. Ensayos sobre lectura y escritura (Páginas de Espuma), que, traducidos por Jon Bilbao, abordan la visión que de la creación literaria tenía Conan Doyle. La recopilación se divide en tres apartados: el primero, sobre sus libros -e incluye la entrevista con Stoker-; el segundo se centra en Sherlock Holmes y el tercero recoge las impresiones lectoras del escritor, donde destaca el largo ensayo Más allá de la puerta mágica.

La primera pieza documenta su método de trabajo y en ella Conan Doyle explica cómo solo le concede importancia a la exactitud en los detalles si la obra que está escribiendo es de temática histórica. Más adelante explica sus comienzos y los primeros relatos que escribió para venderlos -por cuatro libras- a diversas revistas.

La parte central, en la que Holmes es el protagonista, nace de toda una revelación: la de que el detective, para muchos de sus lectores, es más real que cualquier persona de carne y hueso. Esta popularidad obliga a su creador a ofrecer detalles o a justificar la polémica decisión de matar a Holmes, arrojándolo por las cataratas de Reichenbach abrazado a su enemigo Moriarty, para verse obligado a resucitarlo años poco después. Conan Doyle también se ocupa de la imagen gráfica del detective: «En mi cabeza tenía la nariz más aguileña, una cara de rasgos afilados, más parecida a la de un piel roja, que como lo ha retratado el artista, aunque, como digo, los dibujos del señor Paget me gustan mucho».