Pep Gatell: «Lo del artisteo es fantástico porque si te equivocas no matas a nadie»

Rodri garcía A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

MARCOS MÍGUEZ

El fundador de la Fura dels Baus presenta hoy en A Coruña una aplicación de móvil para que el público protagonice sus espectáculos

15 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Es imposible. Eso no se puede hacer». Cuando esta es la respuesta de un tecnólogo a los componentes de La Fura dels Baus es muy probable que esté naciendo un nuevo espectáculo, una nueva iniciativa, «porque planteas preguntas que ellos no habían ni pensado». Esto decía ayer Pep Gatell (Barcelona, 1958), uno de los fundadores del grupo, en A Coruña, donde hoy imparte la conferencia de clausura del coloquio internacional Espectáculo y tecnologías de la imagen. En este encuentro, que dirige el catedrático de la Universidade da Coruña (UDC) José María Paz Gago, Gatell presentará la aplicación de móvil Kalliope que permitirá a los espectadores protagonizar los montajes de La Fura. Y es que el nuevo reto del grupo es hacer espectáculos sin actores, donde el público actúe según las instrucciones que recibirán a través de su móvil, un aparato que, según Gatell, tratamos «igual que las abuelas que, cuando llegó la televisión, respondían a los saludos de la tele».

-¿Cómo surgen sus montajes?

-Tenemos que montar cosas siempre desde la curiosidad: ¿cómo podemos contar esta historia con algo que dé un revuelco? Yo no sé hacer muchas cosas, por lo tanto tenemos que preguntar a gente que sabe y aquí es cuando algo pasa: cuando tú te planteas un reto para que un tecnólogo te diga: «No. Esto no se puede hacer». Es lo primero que te dicen. Y al cabo de un rato te empiezan a dar soluciones, y ellos mismos se van comiendo la olla y te dan mucho más de lo que tu esperabas. Eso es estupendo. Pero, claro, tienes que encontrar a un tecnólogo que tenga un punto de artista y a un artista que tenga un punto de tecnólogo. Esa es la clave, la pieza principal para que esto funcione. La Fura ha hecho eso durante cuarenta años.

-Han estado siempre al límite con el público diciendo: «Se van a quemar... Ese se va a matar...».

-O moviendo los bafles en el escenario. ¿Cómo vas a mover lo bafles si va a sonar como el culo? Pero empiezas a hacerlo, separamos los graves de los agudos y ponemos los agudos colgados... Esto sin el talento de los tecnólogos no puedes hacerlo. Y luego está que en La Fura nunca tenemos nada que perder, por lo tanto todo es a ganar. Y el riesgo consiste en ese pensamiento siempre, aunque nos equivoquemos tampoco vamos a matar a nadie, no somos médicos. Lo del artisteo es cojonudo porque si te equivocas no matas a nadie.

-¿Y cuando se equivocan?

-Te equivocas y te harán «Uhhhh....». Es efímero. Eso le pasa a muchos artistas que se autocensuran, cosa que es muy chunga, es lo peor que hay. Esto no lo hago porque no va a gustar, no es mi estilo... Tu estilo lo haces haciendo cosas y al final tienes un estilo. Al principio nosotros no teníamos ni puñetera idea de lo que era un estilo y al final resulta que sí lo teníamos. Y se nos reconoce en óperas, en cine, en instalaciones... En cualquier cosa que te metes hay como un ADN tuyo, ya que ves el mundo de una forma en que nadie más lo ve. Pasamos por Chernóbil y a lo mejor es eso...

-¿Cómo es eso?

-Sí, en el 86 nos invitaron a ir a Polonia y fuimos en una furgoneta. Pasamos a cien kilómetros de Chernóbil, cuando decían que había allí una gran nube tóxica. Y desde entonces las cosas han ido a peor. [risas].

«Desde hace diez años vivimos del cuento o de algún pequeño proyecto»

La Fura acaba de registrar la Fundación Épica. «Y es que a nuestra edad o lo hacemos épicamente o ya no lo haremos», bromea Pep Gatell. Debido a la crisis «llevamos diez anos en los que no tenemos laboratorio. Vivimos un poco del cuento o de algún pequeño proyecto que nos permite poner en marcha alguna idea nueva».

-¿Para qué es la fundación?

-Es una especie de escuela y laboratorio para ir creando un legado que aproveche lo que hemos hecho nosotros durante cuarenta años de trabajo y que ha funcionado, nuestra forma de hacer las cosas, la manera de ver el mundo, de ver el arte. Trabajamos con gente del Servicio de Ocupación de Cataluña que no saben aún lo que van a hacer de mayores. Y somos un filón porque nosotros tocamos tantas cosas. Por eso han visto desde fontanería a construcción, trabajos verticales, maquinaria... Y han creado ellos mismos un espectáculo. Los servicios sociales han flipado con el resultado, porque es gente que ha madurado y visto que puede ser muy divertido aprender, compartir cosas.

-Lo que hace La Fura ¿es teatro, espectáculo, o qué es?

-Nosotros intentamos contar siempre una historia. Y a partir de ahí... Todo está inventado. Tienes que contar cosas que tienen cierto interés, y con las que tú te lo pasas bien, ya que es importantísimo que le pongas todo el alma y que se lo contagies a los demás para que lo vean como algo suyo. Y esto en La Fura lo hacemos muy bien porque somos un grupo que no hemos tenido nunca jefe y todo el mundo ha podía decir la suya... No hay nadie que tenga miedo a decir una gilipollez. No le pondría una etiqueta de si hacemos teatro, performance, instalaciones... Además, nos hemos metido en camisas de once varas, siempre que hay un reto por delante ahí estamos: una ópera, un macroespectáculo... Lo que haga falta.