Rosa Torres-Pardo: «He buscado todas las formas de acercamiento a la música popular»

El último concierto de otoño de la Sociedad Filarmónica de A Coruña estará a cargo de la pianista Rosa Torres-Pardo, galardonada este año con el Premio Nacional de Música. Será hoy, a las 20.00 horas, en el teatro Rosalía de Castro. El reconocimiento le ha llegado cuando se cumplen tres décadas de su debut en el Teatro Real de Madrid. La entrevista transcurre en una lluviosa tarde de domingo. «No importa: no tengo domingos, ni sábados, ni agostos... ¡Soy pianista!», asegura, antes de una de las risas habituales con las que va poniendo música a la conversación. «Hace mucho que no voy a A Coruña. Estuve varias veces con la Sinfónica de Galicia», asegura. En el programa de esta noche interpretará obras de Antonio Soler (sobre quien está preparando, con la dirección de Arantxa Aguirre, el documental Una rosa para Soler), de Isaac Albéniz y de Enrique Granados.

-Sus autores de cabecera, ¿no?

-Son los compositores a los que me he dedicado últimamente, a los que me gusta interpretar y los que me han pedido. Es un círculo del a veces quieres salir para hacer otra cosa.

-En Granados es una experta...

-Lo propuse para celebrar con este concierto los 150 años de su nacimiento. Además, estoy haciendo también con Arantxa Aguirre un documental sobre él.

-Su vida da para una película...

-Acabo de leer una carta de Juan Ramón Jiménez, -se conocieron en Nueva York en 1916- y cuenta que Granados estaba muy nervioso; era una persona aprensiva con el mar y con aquel viaje tenía un pálpito de que iba a pasar algo. [Granados y su esposa murieron el 24 de marzo de 1916 cuanto un submarino alemán lanzó un torpedo al barco Sussex en el que cruzaban el canal de la Mancha. Murieron los dos]. Juan Ramón dice en la carta: «Enrique Granados tenía miedo, horror, esto se le veía en el alma y en el cuerpo; horror ¿de qué? De todo, todavía del mar, de Nueva York abstracto, del hotel, del teatro, de la gente...».

-¿Cuándo acaban el documental?

-Va despacio. Al principio iba a ser para el 2016, el centenario de su muerte, pero ahora que entró TVE en el proyecto nos da unos meses de tregua. A cambio, ellos pueden disponer del documental sobre Antonio Soler que estamos deseando que se vea porque te lleva a hacerte preguntas.

-Ya hizo algo con Saura, ¿no?

-Iberia es una propuesta mía que Saura hizo a su manera [risa]. Tenía ganas de hacer algo con esa música que mi madre nos inculcó a mi hermana y a mí y que hasta nos la bailaba. También hice después un espectáculo con Lola Greco, pero yo tenía que atender al piano y no podía verla bailar. Ha buscado todas las formas de acercamiento a la música popular, hacer música juntos y comunicarse.

-¿Le atrae mucho el cine?

-Siempre he tenido gente alrededor que estaba en ese mundo y también me di cuenta de la importancia de lo audiovisual, de que te lleva a escuchar cosas a las que de otra manera no llegarías.

-¿Compone música?

-¡Ya quisiera! Crear es una maravilla. Solo hice una canción.

-¿Qué supone estar en la lista de mujeres influyentes en España?

-[Risa] Pues fíjate, son esas cosas que pasan. Hay organizaciones de mujeres que te nombran y dices, pues vamos ayudarnos, a reclamar un espacio que nos corresponde. Es algo que anima.

-¿Como el Premio Nacional de la Música que le llega cuando se cumplen 30 años de su debut?

-Sí... Sé que son muchos, muchos años, pero no llevo la cuenta. El premio es un empujón para seguir haciendo cosas. Aunque llevo unos años en los que estoy en un frenesí pero soy muy feliz cuando algo sale bien porque te sirve para ir con más fuerza, para pisar más fuerte.

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