El gran viaje pasa por Vigo

Javier Armesto Andrés
Javier Armesto REDACCIÓN

CULTURA

Taschen

Taschen edita «The Grand Tour. The Golden Age of Travel», un volumen XXL sobre una era en la que no existía el turismo de masas

03 dic 2017 . Actualizado a las 13:43 h.

La última diatriba del escritor y académico de la RAE Arturo Pérez Reverte tiene como diana el turismo de masas, en el que cada día decenas de miles de individuos son «arrojados de golpe por cruceros y viajes baratos en un solo fin de semana sobre ciudades como Roma, Florencia, París, Madrid o Barcelona». Hubo un tiempo en que no fue así, una época en la que moverse por el mundo era una experiencia nueva y apasionante, especialmente para aquellos que disponían de recursos, tiempo, imaginación y atrevimiento para llevarlo a cabo.

Entre mediados del XIX y la Segunda Guerra Mundial, el viaje se convirtió en una aventura y un descubrimiento no solo de nuevos países y culturas, sino también del propio interior. Era una especie de rito iniciático con el que las familias adineradas hacían entrar a sus vástagos en la madurez y los enviaban a recorrer Europa. En Grecia e Italia estos jóvenes encontraban las raíces de la cultura occidental y en España se topaban con imágenes costumbristas que empezaban a ser desterradas en las sociedades más avanzadas de las que provenían.

El Grand Tour, como lo denominaban los aristócratas anglosajones, se extendía también al Lejano Oriente y a todas aquellas zonas del planeta que todavía eran colonias, como el norte y sur de África (Marruecos, Egipto, Sudáfrica...), la India, Australia o Nueva Zelanda.

En una era en la que no había televisión y el cine era mudo, viajar por el mundo contemplando las grandes obras de arte y arquitectónicas de la Antigüedad era una de las mayores y más fascinantes experiencias. La obra de ilustres escritores como Julio Verne o Washington Irving está influida por estas vivencias y junto a otros coetáneos contribuyeron a popularizar la literatura de viajes.

La editorial Taschen ha recuperado los recuerdos de esta etapa romántica en un volumen de tamaño XXL (616 páginas, 29 x 39,5 centímetros y varios kilos de peso) que recoge pósteres de viajes, pasajes, menús, pegatinas de equipaje y valiosos fotocromos de principios del siglo XX. The Grand Tour. The Golden Age of Travel (La Edad Dorada de los viajes) abarca de 1869 a 1939 y evoca la magia y aventura de estos itinerarios clásicos, que incluyen los trayectos de ferrocarriles míticos como el Orient Express o el Transiberiano.

El libro incluye numerosas ilustraciones e imágenes de archivo, y entre ellas hay algunas de España, como una doble página que muestra una escena del Berbés de Vigo, febril de actividad, a finales del XIX (entonces se conocía también como barrio de la Ribera). Asimismo, se repasan los viajes favoritos de los aventureros occidentales de la época de preguerra, incluidos nombres célebres como Charles Dickens, F. Scott Fitzgerald, Mark Twain y el citado Verne.

The Grand Tour. The Golden Age of Travel ha sido realizado conjuntamente por Sabine Arqué y el diseñador gráfico, fotógrafo y coleccionista Marc Walter, especializado en fotografías de viajes antiguas _atesora una de las colecciones más grandes del mundo de fotocromos_. Suyos son buena parte de los carteles, guías, folletos, menús y otros documentos que dan testimonio de un época dorada en la que el tren, el barco y los primeros coches y aviones todavía convivían con caballos, asnos y camellos como medios de transporte. Una era en la que no había aeropuertos abarrotados, medidas de seguridad extremas, cadenas hoteleras o itinerarios turísticos trillados; y en la que el mayor afán no era hacerse una foto ante el monumento de turno, sino saciar la curiosidad por descubrir el mundo.