Mariano Llinás evoca en Ourense los avatares de «Historias extraordinarias»

x. m. r. OURENSE / LA VOZ

CULTURA

IAGO CORTÓN

El festival internacional OUFF presenta el deuvedé por fin editado del filme que el cineasta argentino rodó en el año 2008

21 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mariano Llinás (Buenos Aires, 1975) es uno de los protagonistas de las retrospectivas que el Festival de Cine Internacional de Ourense (OUFF) ha programado para la edición de este año -la gala inaugural se celebró en la noche de ayer y el certamen se clausurará el día 27-. Considerado como una figura clave en la cinematografía reciente del país, Llinás se ha posicionado como un realizador al margen de los circuitos comerciales, las empresas distribuidoras y las ayudas oficiales para hacer cine. Alrededor de la productora El Pampero se han posicionado un grupo de cineastas argentinos que se identifican con dichos planteamientos.

Tras sorprender con su primera película, Balnearios (2002), Mariano Llinás firmó Historias extraordinarias (2008), un largometraje de 245 minutos en el que se mezclan tres relatos y cuya narración se hace, en toda la cinta, a través de una voz en off.

El realizador bonaerense está en Ourense para participar en un encuentro profesional y para presentar su últimos trabajo -La flor-Parte I (2009-2016) es el tercero de los títulos que incluye la retrospectiva- y la organización del OUFF lo sorprendió ayer con la presentación del deuvedé de Historias extraordinarias.

Llinás reconoció que la convocatoria de la rueda de prensa le parecía un error, por cuanto el proyecto para editar la película en dicho formato se le propuso hace años -«y yo creí que todo aquello estaba olvidado»-, pero la entrega de uno de los ejemplares de la tirada (incluye tres deuvedés y un pequeño libro con materiales relacionados con la cinta) le sirvió para desgranar algunos de los recuerdos y anécdotas vinculados al proyecto.

Un objeto de otra época

«Cuatro años de preparación, cuatro meses para escribir el guion, un año para filmar y un año para editar. Y diez años después llega este objeto, que parece una historia extraordinaria, en un tiempo en el que tengo alumnos que no han visto un DVD en su vida, y pronto no sabrán qué es. Como si fuera un objeto de otra época», señaló. Llinás tuvo claro desde el primer momento, tras la experiencia de Balnearios, que iba a realizar una película sin diálogos que sería narrada por una voz en off. Y con Historias extraordinarias «lo que deseaba era hacer una peli como una novela de aventuras donde el campo de acción era la provincia de Buenos Aires -que es como aquí Castilla-La Mancha- y esos pequeños pueblos donde se piensa que nada pasa». En sus recorridos por dicho territorio el director argentino fue inventando las historias que formarían parte de su película en comedores de hotel, bares de gasolineras y autobuses de largo recorrido. El ciclo retrospectivo de Llinás -integrado por los filmes Balnearios, Historias extraordinarias y la primera parte de La flor- llegará al CGAI de A Coruña tras su paso por el OUFF ourensano.