Morir no es agradable

Sabela Pillado

CULTURA

No hay respiro en esta película, no hay un secundario gracioso, ni actividad externa al núcleo de esta pareja, ni tampoco un vago reflejo de optimismo en ninguna de las miradas que traspasan la pantalla

14 oct 2017 . Actualizado a las 09:58 h.

Morir no es agradable, eso es una realidad. Y el camino hacia ello a través de una enfermedad, tanto para el que la padece como para aquellos que le acompañan, está muy lejos de esas sendas edulcoradas de redención y paz que muestran muchas películas a la hora de plantearse el tema. Y es que ¿a quién le agrada ver en pantalla un proceso que inexorablemente tocará a todos?

Fernando Franco lo sabe, y opta aun así por afrontar el tema de un modo crudo, descarnado, más que realista, y ya de paso echar abajo otros mitos como «el amor todo lo puede», mientras observa, con ojo clínico de diseccionador de emociones, la evolución/degradación de una pareja cuando uno de ellos recibe la noticia de una enfermedad irreversible, y decide hacerle frente a su manera.

No hay respiro en esta película, no hay un secundario gracioso, ni actividad externa al núcleo de esta pareja, ni tampoco un vago reflejo de optimismo en ninguna de las miradas que traspasan la pantalla. Hay primeros planos opresivos que reflejan el dolor sin escapatoria, y la crónica de un viaje hacia la muerte donde los sentimientos de dolor, culpa, miedo, amor, rencor, sacrificio, alivio… se conjugan y entremezclan en un todo.

En su segunda película Fernando Franco sigue por derroteros ya apuntados en su anterior filme, la muy recomendable La herida, contando de nuevo con el protagonismo (ya que la óptica del filme se decanta más hacia ella, «la cuidadora») de una estupenda Marián Álvarez, que, sin desmerecer a su pareja, Andrés Gertrúdix, es en sí misma toda la película.

Morir, su título no engaña, es un trago muy amargo con soberbias interpretaciones, realismo sin cortapisas no apto para estómagos delicados a desgracias ajenas (u propias).

«MORIR»

España, 2017.

Director: Fernando Franco.

Intérpretes: Marián Álvarez, Andrés Gertrúdix, Íñigo Aranburu.

Drama. 104 minutos.