«Fe de etarras», el gol de Iniesta y el terrorismo al pilpil

josé luis losa SAN SEBASTIÁN / E. LA VOZ

CULTURA

Javier Etxezarreta | EFE

La nueva película de Cobeaga no posee ninguno de los valores de la admirada «Negociador», de la que nunca se han reconocido suficientemente sus méritos

30 sep 2017 . Actualizado a las 08:38 h.

A la película de Borja Cobeaga Fe de etarras ya le venía bordada una campaña publicitaria marca Netflix. Lo demás es humo de pajas. A Cobeaga se le debe, sobre todo, una película excelente, Negociador, en la que contaba lo que fue el diálogo truncado del fin de ETA, con Jesús Eguiguren tendiendo puentes sobre el río Kwai. Creo que no se han reconocido los méritos de ese filme tan importante, que enhebraba una sutil narrativa elegíaca de la paz que pudo ser y aún no fue. Y la mixturaba con toques de pertinente comedia, en una preciosa armonía de ambos niveles de lectura.

Lamento que Fe de etarras no posea ninguno de los valores de la admirada Negociador. Es más, cuesta reconocer que su autoría sea la misma. Y da la sensación de que la presencia en ella de Diego San José, coguionista habitual de Cobeaga en el triste y tan rentable fenómeno extracinematográfico de los Ocho apellidos… es un lastre que arrastra este filme hacia los cantos de sirena de la gracieta al pilpil. La base del argumento es la de situar a un comando del tardo-terrorismo de ETA en el ojo del huracán de verano del Mundial de fútbol ganado por España. Pero Fe de etarras achica tanto esos espacios que no desarrolla mínimamente ese escenario delimitado entre la agonía de la banda terrorista, con su grupo de robinsones-gudaris, y su final, varado en un Madrid poblado de banderas de España y acrisolado en el gol de Iniesta.

Es como si ese guion, guardado tanto tiempo en barrica, se hubiera picado. Y lo que queda es una tosca sucesión de gags de humor impropio que nunca alcanzan a tomar cauce de comedia articulada. Y no hablo ya del menor atisbo de reflexión política, inexistente. Todo se queda en chanzas sobre lo euskaldún o lo españolazo: entre las croquetas de cocido y el etarra contranatura nacido en Albacete. La dará en unas semanas Netflix. En el Día de la Hispanidad. Todo como de broma, entre el txistu y la vuvuzela.