Ken Follett vuelve con una historia de espías en el Siglo de Oro español

MIGUEL LORENCI MADRID / COLPISA

CULTURA

BENITO ORDOÑEZ

Con «Una columna de fuego», el escritor culmina su trilogía de «Los pilares de la Tierra»

11 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A Ken Follett (Cardiff, 1946) nadie le tose. Es el emperador del best-seller y lleva varias décadas en el trono. El escritor galés está dispuesto a mantener su cetro culminando la trilogía que le dio éxito universal con Una columna de fuego (Plaza & Janés), que llega mañana a las librerías. Sevilla, Bruselas, Londres y Amberes son, además de Kingsbridge, escenarios de este novelón de amor y guerra. Una historia de espías e intolerancia de casi mil páginas, ambientada entre los siglos XVI y XVII, con Isabel I en el trono de Inglaterra y Felipe II en España.

Las guerras de religión y la creación de primer servicio secreto inglés son el telón de fondo de la novela que culmina la saga que empezó Los pilares de la Tierra (1989) y continuó con Un mundo sin fin (2007). La imaginaria ciudad de Kingsbridge es, como en las dos primeras entregas, escenario crucial de una trama en torno al reinado de Felipe II, la Armada Invencible y la manufactura de armas en Sevilla. Una narración en la que juegan un papel primordial la España imperial y su monarca, aunque ninguno sale muy bien parado. Toledo y el Camino de Santiago fueron la conexión española de Los pilares de la Tierra, donde Follett jugó con el descubrimiento de la arquitectura islámica.

En Un mundo sin fin se fijó en la catedral de Santa María, de Vitoria, ciudad que incluso agradeció al escritor su atención con una escultura. Ahora la clave española está en Sevilla, descrita como una ciudad «pujante» en la que se vestía de forma «lúgubre» cuando España era «el país más conservador» del mundo. 

Seducido por Sevilla

Follett estuvo en la ciudad del Guadalquivir documentándose para la novela. El escritor galés se dejó de nuevo seducir por la monumental catedral hispalense, los Reales Alcázares y la Torre del Oro. Y asegura que ha tratado de plasmarla «como en el siglo XVI». España era entonces el país más rico del mundo y el puerto fluvial de Sevilla, capital del orbe en el Siglo de Oro, equivaldría hoy en importancia y tráfico a los de Shanghái o Róterdam, y por él llegaban el oro de Perú y la plata Bolivia en gigantescos galeones.

Señala Follett que España en el siglo XVI «era el matón del barrio: grande y malo», y que se comportó «como EE.UU. en Vietnam». No es nada condescendiente con Felipe II, a quien presenta como «un tipo malo y poco sensato» que quiso matar a la reina de Inglaterra y prefirió gastar en cañones lo que debería haber dedicado a industria. Retrata a una España que desperdició la oportunidad de modernizase y que despilfarró su riqueza para llegar al siglo XX como un país en la cola del desarrollo. 

Odio y amor

El relato gira en torno a la historia de amor entre un protestante, Ned Willard, y una católica, Margery Fitzgerald. Se inicia con el regreso a su casa en Kingsbridge del joven Ned en la Navidad de 1558, un año crucial para la historia de Europa y la vida del muchacho. El odio divide a los habitantes de su ciudad y corre la sangre cuando se impone a la amistad, la lealtad y el amor. Isabel I ha llegado al trono y toda Europa se vuelve en contra de Inglaterra.

Ned Willard se encuentra de pronto en el bando contrario al de Margery, la muchacha con quien anhela casarse. Buscará a Jean Langlais, huidizo y enigmático personaje, ignorando que tras esa falsa identidad se oculta un compañero de infancia que conoce sus debilidades.

Follett visitará España el 3 y el 4 de octubre para promocionar una novela que volverá a copar las listas de ventas. Tiene aquí un público fiel, que ha comprado seis millones de ejemplares de sus libros. Los pilares de la Tierra lleva años repitiendo como la novela más leída en nuestro país, y ha vendido más de 14 millones de copias en una treintena de idiomas. Reconoce Follett sin complejos que su obra «no es intelectual» y quizá por eso ha vendido en todo el mundo más de 150 millones de ejemplares de las treinta novelas que ha publicado.