Javier Marías: «Mis libros me parecen una porquería mientras los escribo»

M. L. / Colpisa MADRID

CULTURA

Javier Mariás durante la presentación de «Berta Isla»
Javier Mariás durante la presentación de «Berta Isla» Diego Perez Cabeza | EFE

«Berta Isla» es una novela de espías «sui generis» sobre la espera, el secreto y el azar

06 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Es Berta Isla la última novela de Javier Marías? «Ahora pienso que sí, pero ya veremos», responde a la gallega el escritor y académico madrileño (1951), que cada vez que concluye un libro da por cerrada su carrera. Alfaguara publica esta novela de madurez de Marías, que aparece en «tiempos insustanciales, de creciente manipulación». Presentada como «la crónica de una espera», es una historia de espías sui generis en torno al secreto, el fingimiento y la fragilidad de del amor. Es la 15.ª de su autor en los 45 años transcurridos desde que publicó Los dominios del lobo. Marías se dice inseguro y está tentado de dejarlo: «Todos mis libros, mientras los escribo, me parecen una porquería. Algo sin pies ni cabeza, horrorosos y muy malos», dice quizá con falsa modestia. Son sus editores, críticos y lectores quienes convencen de lo contrario a este aspirante al Nobel.

Y eso que Marías cree que apenas quedan lectores capacitados. Que vivimos «tiempos de una pasmosa superficialidad y de una falta de atención endémica». Una superficialidad «que se contagia y amplifica» en una era digital que nos hace retroceder en lugar de avanzar. «Nadie lee nada y lo peor es que apenas se entiende lo que se lee; se critican mis artículos sin leer mis argumentos», lamenta. Pero no baja el listón. «No estoy dispuesto a escribir novelas bobas, con tontunas copiadas de autores americanos», dice. Esa labor se la deja a las legiones de presentadores y famosos «que se creen capaces de crear una novela por saber leer y escribir».

Otra consecuencia de este tiempo digital e insustancial es la creciente capacidad de manipulación, especialmente entre los jóvenes, «como vimos con los terroristas de Barcelona y Cambrils». «Los medios para manipular de hoy no tienen parangón, son brutalmente eficaces», dice Marías, que usa un móvil vetusto, que no ha pasado del SMS y que aún escribe a máquina. «Me pregunto: ¿Qué hubiera sido del mundo si Goebbels hubiera tenido Twitter y YouTube?». Y su respuesta es aterradora. «El mundo sería nazi, si es que ya no lo es. Los nazis habrían ganado la guerra, seguro, si vemos lo que lograron con la radio, la prensa y las películas de Leni Riefenstahl», aventura. «Cada vez se piensa menos y se funciona con ideas recibidas y lugares comunes, y si no se cuestionan las ideas recibidas, el panorama es terrible», asegura.

«Durante un tiempo no estuvo segura de si su marido era su marido», se lee en la primera línea de su nueva novela. Berta Isla y Tomás Nevinson son los protagonistas de una peripecia sentimental en torno a los secretos, la incertidumbre, las zonas oscuras de la identidad, la desaparición y el azar. Ambos, además, son viejos conocidos de los lectores de Marías, ya que los rescata de narraciones anteriores.